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A la situación de emergencia humanitaria en Somalia que, como decíamos, ha causado decenas de miles de desplazados, se suma la violencia en la que vive el país desde hace 20 años. 65 personas han muerto hoy en un atentado cometido por milicias islamistas en el corazón de Mogadiscio, la capital.

Al menos 65 personas podrían haber muerto en un atentado suicida contra edificios gubernamentales en Mogadiscio, la capital de Somalia

Al menos trece personas, de ellas doce chiíes, han muerto este martes y siete han resultado heridas por disparos de un grupo de desconocidos armados a un autobús en el oeste de Pakistán, según ha informado a Efe una fuente oficial.

El ataque ha tenido lugar en la conflictiva ciudad de Quetta, capital de la provincia paquistaní de Baluchistán, y los atacantes, montados en motos, han obligado al conductor a parar antes de subir al autobús y comenzar a disparar de manera indiscriminada.

"Está claro que estamos ante un ataque de tipo sectario contra los chiíes, que son de etnia hazara", ha declarado el jefe de operaciones de la Policía de Quetta, Hamid Shakeel. El otro fallecido era pastún.

A primera hora de la mañana ningún grupo había reivindicado los hechos, pero Shakeel se ha mostrado seguro de que el ataque ha sido perpetrado por "una de las bandas sectarias" que operan en Quetta, una ciudad con un largo historial de atentados.

El autobús se dirigía hacia el barrio de Hazara Ganji, donde se han congregado grupos de residentes y hay disturbios como señal de protesta que la Policía está intentando controlar en previsión, según el oficial policial, de "nuevos incidentes".

Abdel Basset al-Megrahi, el único condenado por el atentado de Lockerbie en el que murieron 270 personas en 1988, ha reaparecido para asegurar que su participación en el ataque ha sido exagerada y que lo que realmente ocurrió se sabrá pronto en una entrevista con la agencia Reuters, la primera desde que los rebeldes tomaron el poder en Libia y depusieron a Muamar Gadafi.

Ningún grupo se ha atribuido, aún, el asesinato ayer del ex presidente afgano, Burhanudín Rabbani, encargado de las negociaciones de paz con los talibanes. Todo apunta a la rivalidad entre facciones insurgentes por ganar fuerza ante la salida de las tropas extranjeras. El gobierno español ha condenado el atentado.

  • El expresidente afgano fue el principal mediador de paz con los talibantes
  • Pensador musulmán y líder muyahidín contra la ocupación soviética
  • Un falso talibán con una bomba en el turbante se ha inmolado en su casa