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23 personas han muerto, según la primera estimación, y 26 han resultado heridas al estallar una bomba cerca de una gasolinera en la región de Jyber, al noroeste de Pakistán. La zona es uno de los territorios tribales donde los insurgentes combaten a las fuerzas gubernamentales.

El supuesto objetivo era la milicia de Zajajel, que apoya al Ejército. Miembros de este grupo armado repostaban sus vehículos en ese momento.

"Ha sido una gran explosión y ha causado daños a varios vehículos en una terminal de autobuses", ha declarado un testigo, Jan Zaman, a Reuters.

Según un portavoz político en la región, tres agentes de policía han muerto. Los heridos han sido llevados a hospitales en Jamrud y Peshawar. De momento, nadie ha reivindicado el ataque.

Multitudinaria ceremonia religiosa en Siria para enterrar a las víctimas del atentado que ayer mató a 26 personas en el centro de Damasco. La oposición acusa al régimen de estar detrás del atentado para provocar el caos. De manera unánime, la comunidad internacional ha condenado el atentado. Hoy miles de personas han acompañado los féretros con fotografías del presidente Al Assad por las calles de Damasco.

La comunidad internacional ha condenado los atentados de ayer, día de Navidad, en Nigeria, cometidos por un grupo islamista contra varias iglesias católicas. Hubo 40 muertos. El papa Benedicto XVI ha pedido serenidad. El gobierno de Nigeria ha anunciado una cumbre de seguridad.

La secta islamista "Boko Haram" ha reivindicado los atentados contra cinco iglesias católicas ocurridos hoy en Nigeria, y en los que han muerto al menos 35 personas. Las bombas han explotado durante las celebraciones de Navidad.

Cadena de atentados contra iglesias católicas en Nigeria. Las bombas, al menos 5, contra los templos donde se celebraban oficios navideños, han dejado hasta ahora 28 muertos, pero se teme que la cifra final sea mayor.

La oposición ha acusado al propio régimen de ser el culpable, mientras que Asad habla de que la autoría podría corresponder a Al Qaeda. Todo esto ocurría cuando no hacía ni 24 horas que los observadores de la Liga Árabe habían llegado a la capital Siria para certificar sobre el terreno el fin de la represión a los opositores, que ya dura 9 meses.

La explosión de dos coches bomba ha matado, al menos, a cuarenta personas en Damasco, la capital siria. El gobierno acusa a Al Qaeda, pero la oposición culpa al régimen del doble atentado suicida, que coincide con la llegada a Siria de los observadores de la Liga Árabe.

Dos explosiones han sacudido este viernes las inmediaciones de dos edificios de la Seguridad Central en Damasco, según la agencia de noticias estatal Sana, que apunta que la organización terrorista Al Qaeda estaría detrás de los atentados.

En un comunicado, Sana destaca que las investigaciones preliminares apuntan a Al Qaeda como responsable de estas explosiones, que han tenido lugar cerca del edificio de la Seguridad del Estado y de una sucursal del mismo departamento en la capital siria.

La agencia Reuters, que cita a la televisión estatal, afirma que se han producido víctimas civiles y militares, aunque sin precisar su número. La televisión libanesa Al Manar, órgano de información de Hezbolá, habla de 30 muertos y 55 heridos. La televisión siria ha mostrado imágenes de cuantiosos daños materiales en la zona, así como de varios cadáveres carbonizados.