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La muerte de al menos diez personas en el estallido de un coche bomba cerca de un restaurante en el suburbio de Yarmana, al sureste de Damasco, ha puesto un punto y final sangriento este lunes a los cuatro días de tregua temporal en Siria con motivo de la Fiesta Musulmana del Sacrificio, en medio de las acusaciones mutuas entre las partes de no haberla respetado.

El mediador internacional de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, ha lamentado que su propuesta de alto el fuego fuera ignorada por las partes en conflicto, aunque ha mostrado su voluntad de poner fin a la violencia en el país árabe.

"Lamento profundamente que este llamamiento fuera ignorado, pero esto no minará nuestra firmeza. El pueblo de Siria merece nuestro apoyo", ha declarado en rueda de prensa Brahimi en relación al incumplimiento de la tregua.

Brahimi, que ha hecho estas declaraciones tras reunirse en Moscú con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha subrayado que "la crisis siria es extraordinariamente peligrosa", pero ha descartado el despliegue de cascos azules en el país.

El régimen de Damasco y el ELS aceptaron el jueves una tregua temporal de cuatro días con motivo de la Fiesta del Sacrificio, aunque pusieron distintas condiciones para cumplirla, en medio de las dudas sobre su viabilidad y las divisiones entre los opositores armados.

La fiesta musulmana del Sacrificio ha terminado en tragedia en Afganistán. Al menos 41 personas han muerto y hay decenas de heridos, en un atentado suicida perpetrado a las puertas de una mezquita. Estas son las primeras imágenes que llegan del lugar del atentado, que ha ocurrido en la ciudad de Maymana, al norte del país. Un kamikaze ha hecho estallar su carga explosiva en la entrada de la principal mezquita de la localidad, donde se congregaba una multitud de fieles para celebrar la fiesta del Sacrificio. Entre los muertos hay civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.

Israel y Hamas, el movimiento islamista que controla Gaza, han acordado una tregua con la mediación de Egipto. El alto el fuego rebaja la tensión después de tres días de escalada de violencia que han dejado ocho muertos y 10 heridos en la Franja, y tres heridos en Israel.

Miles de personas se han concentrado en el centro de Beirut durante el funeral del jefe de la inteligencia libanesa muerto el viernes en un atentado. Los manifestantes han pedido la dimisión del primer ministro

Máxima tensión en el Líbano tras el atentado de ayer contra el jefe del espionaje libanés Wissam Hassan, en el que murieron 8 personas y otras 86 resultaron heridas. La comunidad internacional ha condenado el atentado y teme que el conflicto sirio se extiende ahora al Líbano.

Al menos ocho personas han muerto por la explosión de un coche bomba en el centro de Beirut. Ha sido en un barrio de mayoría cristiana de la capital del Libano. Hay cerca de 80 heridos. La fuerte explosión ha causado daños en varios edificios y vehículos que estaban en la zona. La policía investiga quién está detrás del atentado. Nadie lo ha reivindicado y tampoco se sabe si tenía algún objetivo concreto. No se descarta que esté relacionado con el conflicto en Siria.

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, ha declarado este martes que asume la responsabilidad por el ataque del pasado 11 de septiembre al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), y ha liberado de la misma al presidente Barack Obama.

"Asumo la responsabilidad", ha afirmado Clinton en una entrevista con la cadena CNN en Lima (Perú), donde se encuentra de visita, según un extracto adelantado por el canal en su página web.

Tras ser preguntada sobre qué figura del Gobierno recae el peso del atentado en Bengasi, en el que murieron su embajador en ese país, Chris Stevens, y otros tres estadounidenses, Clinton ha subrayado que ella dirige el Departamento de Estado y que, por tanto, está a cargo de controlar la seguridad en las embajadas de todo el mundo.

Ha insistido en que ni el presidente Obama ni el vicepresidente, Joe Biden, están involucrados en ese tipo de decisiones, por lo que la responsabilidad no es suya. "Quiero evitar que esto se convierta en una especie de emboscada política", ha señalado la jefa de la diplomacia estadounidense, consciente de que el suceso se produjo muy cerca de las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre.