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La deuda de todas las administraciones públicas españolas asciende a 706.340 millones al cierre del tercer trimestre de 2011, lo que equivale al 66% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Según los datos actualizados este viernes por el Banco de España, esto supone que la deuda ha crecido un 14,89% en el último año. Se trata de la cuantía más elevada de la serie histórica del Banco de España, que arranca en 1995. El porcentaje anunciado este viernes representa el 66% del PIB frente al 58,7% en que se situó en el tercer trimestre de 2010 (justo un año antes), y al 60,1% en que cerró en 2010. De esta manera, la deuda pública española supera en seis puntos, al igual que el trimestre anterior, el límite establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea, que es del 60% del PIB. Pero también es considerablemente inferior a la media europea, que se situó en el 85,1% en 2010.

Desde hoy el Estado controla el Banco de Valencia. El fondo de reestructuración bancaria le ha inyectado 1.000 millones de euros a cambio de entrar en su capital. Además le presta otros 2.000 millones para que tenga liquidez. El Banco de España ha sustituido a los administradores. El objetivo es sanear las cuentas del banco valenciano para después venderlo.

La intervención se produce a petición de los directivos del banco de Valencia, tras evaluar la situación financiera de esta entidad y comprobar que no han podido adoptar las medidas necesarias para su viabilidad. El SUPERVISOR bancario asegura que los depositantes y los acreedores pueden estar absolutamente tranquilos, porque el banco de Valencia seguirá operando con normalidad. Es la cuarta entidad financiera intervenida depués de Caja Castilla-La Mancha, CajaSur, y la Cam, también de la Comunidad Valenciana.

El Banco de Valencia cuenta según los datos de junio con un capital de 1.200 millones de euros, 16 millones de beneficio, 400 sucursales y 2.000 empleados. El que fuera hasta hace unos días presidente de esta entidad, Jose Luis Olivas, ha dimitido este lunes como vicepresidente de Bankia y del Banco Financiero, que tiene un 27% de la entidad intervenida.