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El Régimen quiere evitar cualquier alternación del orden, por pequeña que sea de cara al Congreso del Partido. Hay una larga lista de prohibiciones sorprendentes: no se permite volar aviones o helicópteros de juguete por control remoto, los taxis no pueden subir pasajeros con pelotas de ping pong por si se les ocurre lanzarlas como panfletos ni abrir las ventanillas traseras para prevenir algún otro lanzamiento incómodo. La obsesión por la seguridad empieza a ser enfermiza ante la llegada de los más de los más de 2500 delegados que la próxima semana elegirán a los nuevos mandatarios del país.

China ultima los preparativos para la reunión política más importante en diez años. Se trata de la reunión del XVIII Congreso del Partido Comunista, que va a elegir a los nuevos gobernantes del país, en medio de unas medidas de seguridad sin precedentes.

La operación "Emperador" ha conmocionado a la comunidad china en España. Las asociaciones piden que no se generalice porque la trama afecta a una minoría. Los chinos empezaron a llegar a España hace 10 años.

En el polígono industrial Cobo Calleja, en Madrid el gran centro de operaciones de esta red, los registros han durado hasta primera hora de la mañana. Es el agujero que hizo la policía para acceder al interior de la nave. Hoy por él se asoman periodistas y curiosos. Mercancía y más mercancía lista para distribuir aunque los antiguos empleados de Gao Pin dan por supuesto que no volverán a sus puestos de trabajo. Otro cristal roto en uno de los escaparates. Aquí también entró la policía. Los empleados dicen que, además, hubo registros en sus viviendas particulares. Este suburbio de Madrid es el sitio que eligió Gao Pin en España para establecer gran parte de sus negocios.

Una de las citas informativas del día está en la Audiencia Nacional. Desde primera hora de la tarde el juez Andreu está interrogando a los primeros detenidos de esa operación.

Posiblemente, la mayor operación contra el blanqueo de dinero desarrollada por la audiencia Nacional. La red tenía su epicentro en Fuenlabrada, en el polígono Cobo Calleja, al que muchos conocen como la Chinatown madrileña. Ahí ha habido registros todo el día. La policía ha detenido a lo largo del día a 80 personas que mañana empiezan a declarar en la Audiencia Nacional, aunque el juez ha pedido también el arresto de una veintena de personas en otros 7 países. En los registros de hoy, más de un centenar. La policía se ha incautado de 6 millones de euros en efectivo, además de numerosos bienes materiales. Todo empezó por una irregularidad en unos contenedores que llegaron al puerto de Valencia. La policía empezó a tirar del hilo y descubrió que se trataba de un grupo de crimen organizado. Declarando sólo parte de la mercancía, cada año blanqueaban entre 200 y 300 millones de euros.

Cobo Calleja, el mayor polígono de Europa de mercancías chinas al por mayor ha sido supuestamente desde hace dos años una puerta al fraude fiscal.