Un equipo de TVE ha estado con Álex, que permanece en el centro de Ucrania, aunque no quiere desvelar su ubicación exacta por seguridad. Cuando le preguntan por este mes solo le viene una palabra: terrorífico.
Explica que al principio las alarmas antiaéreas sonaban muy de vez en cuando. Ahora, cuatro o cinco veces al día. Casi todas las noches. "Acondicionamos el sótano, varias habitaciones con electricidad, calefacción. Soy de los que están andando por el pasillo sentado en alguna silla despierto para estar alerta por las posibles alarmas", ha relatado.
"Quedarse por momentos es menos peligroso que tratar de huir", cuentan Carlos y Javier que desde Gijón y Praga llevan todo este mes ayudando a españoles y sus familias a salir del país.
El Ministerio de Exteriores estima que quedan sobre el terreno unos 30 españoles. Algunos haciendo ayuda humanitaria, como Vitaly, de padre gallego, en Jersón.
Foto: EFE/EPA/NUNO VEIGA.