Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

En Estados Unidos, el Gobierno no se plantea prohibir la conducción de los vehículos más contaminantes, aunque la industria presiona a Trump para que tome medidas contra la contaminación. La idea de prohibir la venta de coches diésel presenta una utopía en Alemania y el Gobierno ni siquiera se plantea restringir la circulación. En cambio, China reconoce que tienen un problema de contaminación y el Gobierno planea prohibir los vehículos diésel y gasolina.

La Organización Mundial de la Salud calcula que el 92% de la población respira aire contaminadoMaría Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medioambiente de la OMS, ha respondido a las preguntas de Íñigo Alfonso en Las mañanas de RNE.
“El protocolo anticontaminación que ha comenzado a implantar Madrid es algo que estamos viendo en muchas otras ciudades y que acogemos con mucha satisfacción. Es un movimiento irreversible. La razón más poderosa es la salud, pero además hay otros muchos beneficios, entre los cuales está el económico, aunque las medidas van a tener al principio una percepción de molestia por parte de los ciudadanos", ha asegurado Neira.
"Siete millones de muertos anuales no nos dan otra opción, y tenemos que seguir avanzando en algo que es moderno, accesible, y que es un movimiento irreversible. En Europa, en total tenemos 400.000 muertos al año, y estamos hablando de un continente donde la situación es mucho mejor. En ciudades asiáticas emergentes, o en México, o en Perú, o en India, la situación es dramática.

Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) buscan un acuerdo sobre la reducción de emisiones de gases contaminantes con dos bloques enfrentados: los que abogan por fijar un recorte de hasta el 40% para 2030 con respecto a los niveles que se registren en 2021 y los que rechazan fijar una meta que supere la reducción del 30% planteada por Bruselas. En la primera opción se encuentran países como Austria, Portugal, Croacia, Letonia y España. Mientras, Alemania y los países del Este han mostrado su apoyo a la reducción del 30%, citando los daños que causaría a la competitividad de la industria europea un objetivo mayor.