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Ucrania dice que está tomando la iniciativa en la guerra y pide armas de largo alcance. Este sábado han fallecido dos personas en Járkov por el impacto de un misil ruso. Mientras, en Jersón recuperan cadáveres de las casas, tras la bajada del nivel del agua en las zonas inundadas por la destrucción de la presa de Nueva Kajovka. Veintiocho asentamientos permanecen inundados en la región, en el sur de Ucrania, tras la voladura de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, de los cuales 17 se encuentran en territorio ocupado por los rusos, ha informado el Servicio Estatal de Emergencias ucraniano.

Las autoridades ucranianas han informado este sábado de que ya son 16 las personas que han muerto y 31 las desaparecidas tras la destrucción de la presa en el río Dniéper la semana pasada. Poco antes, Rusia había elevado a 29 el número de muertos por las inundaciones en las zonas bajo su control en el sur de Ucrania.

Foto: REUTERS/Alexander Ermochenko

En Ucrania la contraofensiva continúa y Kiev anuncia sus primeras victorias. Aseguran que han recuperado dos pequeñas aldeas de Donetsk cercanas a Zaporiyia. En esta operación, el Ejército ucraniano habría capturado a seis soldados rusos, el mismo día que se ha informado de un intercambio de prisioneros. Han quedado libres casi un centenar de cada bando, que ya están en casa.

En Jersón, baja lentamente el nivel del agua tras la destrucción de la presa Nueva Kajovka, que ha dejado 35 desaparecidos, según Kiev. Rusos y ucranianos se acusan mutuamente de atacarla. Ucrania asegura que la inundación les perjudica porque les impide avanzar en esta parte del frente sur y denuncian un ataque ruso contra un bote que evacuaba a civiles. Hay tres muertos y 23 heridos, según el gobernador ucraniano de la región.

La compañía hidroeléctrica rusa calcula que el curso habitual del Dniéper, aguas abajo de la presa destruida de Kajovka, se recuperará en una semana. En la región ocupada de Jersón han rescatado a más de 6.000 personas, según Moscú, que asegura que el nivel del agua ha disminuido en algunos lugares hasta tres metros. Entre tanto, Rusia muestra como continúan las evacuaciones de civiles.

Reino Unido ha anunciado una ayuda de 18 millones y medio de euros para los damnificados ucranianos y los distribuirá a través de Cruz Roja y la agencia de la ONU para Asuntos Humanitarios. Cinco camiones de esta organización han comenzado a repartir kits básicos en Bilozerka, población controlada por Ucrania y una de las comunidades más afectadas por la inundación. A más de 300 kilómetros de la presa de Kajovka, en las playas de Odesa, llegan los restos que arrastra el agua: muebles, materiales de construcción, animales muertos, plantas... El vicealcalde habla de desastre ecológico y se preparan para la llegada masiva de agua contaminada en los próximos días.

Foto: REUTERS/Oleksander Klimenko

La capital ucraniana, Kiev, ha sufrido esta noche un ataque masivo con drones que deja al menos una víctima mortal y varios heridos. La Administración Militar de la Ciudad de Kiev ha afirmado en su canal de Telegram que las defensas aéreas ucranianas destruyeron más de 40 drones kamikazes de fabricación iraní en el espacio aéreo de Kiev. Mientras, desde Moscú advierten a Occidente de que suministrar cazas a Ucrania supone una escalada inaceptable.

El jefe del grupo Wagner anunciaba este sábado la toma completa de Bajmut, algo que Zelenski ha desmentido, ya que, dice, "tienen efectivos de apoyo" en la ciudad y testigos que muestran que las fuerzas ucranianas siguen resistiendo. El enclave de Bajmut es estratégico por su ubicación, ya que está comunicado por carretera con Kramatorsk y Sloviansk, pero también simbólico. La disputa sobre su control tiene mucho que ver con la propaganda, ya que la batalla de la información también es importante en una guerra como esta.

Informan Ángeles Bazán y los enviados especiales de RNE, María Eulate y Luis Montero

La batalla en Mariúpol dejó algunas de las escenas más duras de la invasión rusa en Ucrania. Fue la primera gran victoria rusa. Casi tres meses de asedio que terminaron con una ciudad arrasada y la rendición de los ucranianos en la acería de Azovstal. Otro asedio icónico es el de Bajmut. Es ya la batalla más larga de esta guerra y este sábado el jefe del Grupo Wagner ha asegurado que ya han tomado el control total de la ciudad, ante la negativa ucraniana.

Foto: AP Photo/Alexei Alexandrov

Solo hay una cosa peor que sufrir una terrible guerra desde hace ocho años: que el mundo mire para otro lado. Se estima que más de 377.000 personas han muerto como consecuencia del enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno yemení y los rebeldes hutíes, una guerra civil recrudecida con la entrada de actores internacionales. Mientras Irán respalda a los insurgentes chiitas, Arabia Saudí y Emiratos Árabes han apoyado al oficialismo suní con bombardeos sobre áreas bajo control hutí. Un escenario agravado todavía más por el suministro de armas procedentes de países occidentales. Estamos ante la peor crisis humanitaria del planeta, en la que el 70% de la población necesita ayuda humanitaria urgente. Con el análisis de Eva Erill, fundadora de Solidarios sin fronteras, única ONG española presente en Yemen, trazamos el duro retrato de la situación actual y conocemos los proyectos que desarrollan para asistir a las víctimas de una barbarie silenciada. La realidad que vive esta nación del suroeste de la península arábiga no tiene nada que ver con la que conocieron años atrás la filóloga Ana Tendero o la propietaria de la librería Balqis de Casa Árabe, Beatriz Martín. Ambas residieron en la capital, Saná, y cayeron rendidas ante los encantos culturales y paisajísticos de un país que es la sombra de lo que era hace solo una década. Hababah, Al Mahwit, Ibb, Taiz, Moca, Tarim, Seiyun, Shibam… Sus extraordinarias arquitecturas, reflejo de una larga y compleja historia, solían atraer a viajeros de todo el mundo. Ese flujo de visitas permanece cortado por motivos evidentes; Aberto Campa y el fotógrafo Ramiro Torrents figuran entre los pocos que han podido acceder a zonas como Hadramaut o la peculiar isla de Socotra en los últimos tiempos. Poner a Yemen en el mapa, recordar su geografía, su personalidad y a sus gentes, resulta imperioso en este momento en que las agendas políticas y mediáticas orientan el foco hacia otras latitudes.