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  • La economía de Chipre supone el 0,2% del total de la eurozona
  • Los depósitos de la banca chipriota cuadruplican el PIB del país
  • Al aceptar gravar todos los depósitos, la eurozona alteró sus propias normas
  • Nicosia trata de preservar su actual estatus de paraíso fiscal
  • Esta crisis reabre la posibilidad de la salida del euro de uno de sus miembros

El Parlamento de Chipre ha aprobado este viernes por la noche un plan alternativo -en el que no se incluye un impuesto a los depósitos bancarios-, que debe presentar al Eurogrupo para desbloquear el rescate europeo de 10.000 millones. Entre las nueve leyes aprobadas están la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la ley para restringir las transacciones financieras, dos de los pilares del plan B, cuyo objetivo es es recaudar 7.000 millones de euros (de los que 5.800 millones se pretendían recaudar con el impuesto a todos los depósitos rechazado por la cámara el pasado martes).

El Eurogrupo sigue a la espera de conocer el plan B de Nicosia. Por otra parte, a la canciller alemana, Angela Merkel no le gustan alguna de las propuestas de ese nuevo plan de Chipre como es la posibilidad de que el Gobierno chipriota opte por nacionalizar los fondos de pensiones.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha asegurado en una entrevista a TVE que la reacción de la UE a lo ocurrido en Chipre no ha sido buena, pero tampoco con Grecia, Italia o España. "El sistema de toma de decisiones de la Unión Europea creo que merecería un buen análisis de parte de instituciones sobre mejores prácticas", destaca. Lo más importante para Gurría es aprender que lo que ha provocado la crisis es un sistema financiero desproporcionado.

El plan B chipriota contempla una serie de medidas como son la reestructuración de Laiki en un banco bueno y otro malo, la posibilidad de reestructurar otras entidades, la creación de un fondo de inversión del Estado y el establecimiento de restricciones al movimiento de capitales. Alguna de ellas, como la nacionalización de los fondos de pensiones, ya han sido rechazadas por Europa.

El parlamento de Chipre ha vuelto a retrasar a esta tarde la votación para recaudar 5.800 millones de euros del rescate. Ese Plan B incluye una reestructuración de los dos principales bancos del país, el Banco popular al borde de la quiebra se transforma en un 'banco malo' y se le transfieren todos los préstamos morosos y depósitos de más de 100.000 euros del otro banco. Además se crea un fondo solidario de inversión y emisión de bonos respaldado por inmuebles del Estado, bienes de la Iglesia ortodoxa y fondos de pensiones de los funcionarios. Este fondo de solidaridad aportaría 2.800 millones y la reestructuración bancaria supondría un ahorro de 2.000 millones, con lo que solo faltarían otros 1.000 para cumplir con Europa. Los clientes del banco popular no pueden sacar más de 260 euros diarios de los cajeros automáticos. La gente hace largas colas en los cajeros, hasta ahora han podido pagar con la tarjeta pero ya hay tiendas y gasolineras que solo aceptan pagos en efectivo.

El banco central de Chipre ha anunciado un plan de reestructuración de la banca para salvar al Laiki Bank, la segunda entidad del país. Además, ha creado un fondo solidario con bienes del Estado para intentar recaudar los más de 5.000 millones de euros que el Eurogrupo pone como condición para el rescate financiero.