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El país transalpino está viviendo esa fase de la pandemia que los expertos denominan como "meseta", en la que no hay grandes variaciones en el número de nuevos casos y que, si todo va según lo previsto, debería ser la antesala de la remisión de la enfermedad. Las cifras, con todo siguen siendo altas: hay más de 85.000 ciudadanos italianos afectados, los curados se acercan a los 20.000 y, lamentablemente, más de 14.600 personas han perdido la vida por culpa de la COVID-19, 766 desde ayer.

Por otro lado,  las autoridades italianas empiezan a sugerir que las medidas de confinamiento no empezarán a levantarse al menos hasta mediados de mayo, aunque oficialmente estarán en vigor hasta el 13 de este mes de abril. Mientras, ciudades turísticas como Roma o Milán, estudian cómo hacer frente al fuerte parón económico. Informa Sagrario Ruiz de Apodaca.

El sector de las aerolíneas es uno de los más afectados por la crisis del coronavirus. El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, asegura que en estos momentos es "difícil" prever cuándo se restablecerá la normalidad en el tráfico aéreo. "Es difícil saber cuándo podremos volar. Tampoco sabemos qué restricciones habrá en os países, ni sabemos cuándo se podrá recuperar la confianza de los ciudadanos a volver a viajar", advierte Gándara en una entrevista en el Telediario. En esta Semana Santa, de los 75.000 vuelos previstos, solo se operarán 3.500. Por eso, Gándara subraya la dificultad para las aerolíneas para hacer frente a los reembolsos de los billetes, por lo que pide flexibilidad y que los pasajeros acepten también bonos para vuelos futuros. En cuanto a previsiones, Gándara cree que lo primero que se recuperarán serán los vuelos doméstico y más adelante, serán los internacionales.

El coronavirus comienza en China el 17 de noviembre, cuando un hombre es ingresado con una nueva enfermedad, una neumonía de origen desconocido que ya la padecen más pacientes. El 31 de diciembre China informa a la Organización Mundial de la Salud (OMS). A mediados de enero ya se registran muertes y contagios fuera del epicentro. El 23 de enero China confina a 60 millones de personas para evitar la expansión del virus. Sin embargo, consigue llegar a Europa a finales de enero, hasta convertirse en pandemia el 11 de marzo, momento en el que el reclamo de mascarillas y material sanitario por parte de todos los países del mundo comienza a ser mucho mayor. 

Entre las nuevas medidas que el Gobierno tiene encima de la mesa para afrontar la crisis del coronavirus está generalizar el uso de las mascarillas entre la población. Lo más probable, según ha dicho el ministro de Sanidad, Salvador Illa, es que finalmente se apruebe su uso. El cambio de criterio tiene que ver con un nuevo escenario, cuando llegue, en el que se permitan los contactos pero con condiciones, como ponerse mascarilla. Lo cierto es que la OMS desde hoy ya aconseja el uso de las mascarillas. Hasta ahora solo las recomendaba a los que estaban contagiados o los que cuidaban de personas contagiadas.

Un día más, la lucha de los países contra la pandemia centra gran parte de nuestro programa de actualidad internacional. Hoy miramos a Italia, al Reino Unido, a Ecuador y a los Estados Unidos. Nos detenemos además en la situación de los países árabes, con una entrevista a Haizam Amirah-Fernández, analista del Real Instituto Elcano, especialista del área Mediterráneo y del mundo árabe.

Entrevistamos a Haizam Amirah-Fernández, analista del Real Instituto Elcano, especialista del área Mediterráneo y del mundo árabe. Problemas de coordinación, de tests, de datos de contagiados, pero también dificultades económicos y sociales: analizamos con él cómo los países árabes se enfrentan a la pandemia.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido que el Gobierno no descarta recomendar el uso generalizado de mascarillas entre la población para evitar el contagio por coronavirus. "Probablemente es una de las medidas que vamos a recomendar, pero no quiero anticipar nada hasta que lo tengamos decidido y lo podamos comunicar", ha explicado este viernes en una rueda de prensa junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

Durante la crisis del coronavirus, las mascarillas se han convertido en un complemento más de nuestro vestuario. Sin embargo, no todas son efectivas para protegerse del virus, y según los expertos, la mayoría no sabe usarlas, por lo que pueden crear una falsa sensación de seguridad e incluso puede aumentar el riesgo.

El cierre de fronteras y las restricciones de movilidad para evitar la propagación del virus, hacen que falten temporeros en el campo para las campañas de recogida de frutas. En Alemania el Gobierno ha puesto en marcha un plan para reclutar estudiantes y parados que puedan hacer ese trabajo. Una idea que aquí también empieza a barajar el Ministerio de Agricultura.