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El director del gabinete de estudios del Consejo General de Enfermería, Rafael Lletget, informa de que se está elaborando un informe con expertos para llegar "hasta las últimas consecuencias en la búsqueda de las causas" por las que se ha originado el contagio de ébola de la auxiliar de enfermería Teresa Romero. Una de las conclusiones del informe, tal como adelanta Rafael Lletget, es que los profesionales sanitarios "no tenían la suficiente preparación para enfrentarse a casos de tal complejidad". Denuncia que desde el mes de abril, los enfermeros se venían dirigiendo a "todas las instituciones" para manifestar su "incapacidad" y su deseo de recibir mayor formación. Respecto a la posibilidad de que Teresa Romero se haya podido infectar tocándose la cara con los guantes al quitarse el traje, dice que desde el punto de vista técnico es "prácticamente y "remotamente imposible". "Como se demostrará -explica-, el introducir la mano de manera voluntaria por debajo de la escafandra del traje especial es poco menos que imposible, y si lo hubiera hecho, lo debería haber hecho además con el tercer par de guantes que llevaba puesto". De esta manera, Rafael Lletget pone en duda las declaraciones del consejero madrileño de Sanidad, Javier Rodríguez. "Hay manifestaciones públicas que lo que hacen es poner de relieve la catadura política, humana y hasta moral de las personas", sentencia (08/10/14).

El periodista especializado en emergencias Luis Serrano, autor de un decálogo para distinguir informaciones falsas en internet, advierte de que hay "bulos muy malintencionados" sobre el ébola en la red. Luis Serrano recomienda aplicar el sentido común ante informaciones alarmistas, dudar de ellas y comprobar minutos después si los medios de comunicación "serios" o cualquier tipo de fuente oficial las confirman. En opinión del periodista, habría que actuar contra aquellos que de mala fe, "terroristas 2.0" según sus propias palabras, "intentan inflamar las redes para generar alarma social" (09/10/14).

Dos profesionales sanitarias más, una auxiliar de enfermería y una enfermera, han ingresado en las últimas horas en el Hospital Carlos III por el ébola al presentar unas "décimas de fiebre". La primera de ellas, ingresada a última hora del martes, ha dado negativo en el primer análisis y la segunda, que ha sido aislada este mismo miércoles por la mañana, está a la espera de que le realicen la primera prueba. Con estas dos nuevas profesionales, son seis las personas que están aisladas en este centro, incluyendo a la auxiliar de enfermería de Alcorcón contagida por el virus.

La Unión Europea analiza también qué ha pasado para que se produjera este contagio. El objetivo es averiguar si se cometió algún error en la aplicación de los protocolos. Además, revisará en los próximos días los protocolos de  seguridad frente al ébola, especialmente en los hospitales, una vez que disponga de información completa sobre las causas del contagio en España. 

El protocolo de la OMS dice que la limpieza del piso de la auxiliar contagiada por ébola debe hacerse con un producto tan común como la lejía. Los expertos creen que el virus ya no está en la vivienda porque no tiene tanta capacidad para sobervivir.  

Numerosos vecinos y manifestantes en defensa de los animales se han concentrado a las puertas del edificio donde vive la auxiliar de enfermería infectada por ébola para impedir que se llevaran a su perro, Excálibur, para ser sacrificado ante el riesgo de que también sea portador de la enfermedad. Equipos de descontaminación y varias ambulancias de la Comunidad de Madrid se han desplazado hasta el domicilio en Alcorcón donde residen la auxiliar contagiada y su marido, para desinfectarlo y limpiar las zonas comunes de la urbanización.

La auxiliar de enfermería infectada por ébola, que atendió al misionero Manuel García Viejo, cree que una de las veces que se quitó el traje de aislamiento pudo haber rozado su cara con los guantes, con lo que ese podría ser el origen del contagio.

La auxiliar de enfermería contagiada de ébola empezó a tener los primeros síntomas el 30 de septiembre cuando acude a su ambulatorio porque tiene fiebre. Allí no informa de su trabajo con los dos misionarios fallecidos. El 2 de octubre avisa al centro hospitalario Carlos III, su centro de trabajo, de los síntomas y la fiebre y allí le dicen que siga tomándose la temperatura. El 6 vuelve a llamar y le dicen que llame al 112 y acuda a su hospital de referencia, el de Alcorcón, adonde va y finalmente le diagnostican el virus.

La doctora Manuela Cavero, responsable de Urgencias de Cruz Roja en Sierra Leona y experta en ébola de esta organización, asegura que que el riesgo de contagio de la enfermedad para las personas con las que ha estado Teresa, la auxiliar de enfermeria infectada, es muy bajo. "Creo que para sus vecinos y las personas que han estado sentadas al lado de ella, el riesgo es practicamente inapreciable. Sí que creo que el marido, que ha estado muchísimo más en contacto con ella, pero eso lo tienen que describir ellos en la historia clínica, puede tener más riesgo", explica (08/10/14).

Carlos Rodríguez, de Mascoteros Solidarios, tiene la custodia de Excalibur, el perro de la enfermera contagiada por ébola. El veterinario no cree que lleguen a tiempo de interponer un recurso que salve al animal y considera un "absurdo científico" que se sacrifique a la mascota cuando, en las zonas endémicas de ébola, los perros campan a sus anchas, se comen los cadávares y no se consideran transmisores de la enfermedad (08/10/14).

Hay disponibles dos opciones terapéuticas experimentales para atacar al virus del ébola. La primera, suero de alguien que ha sobrevivido a la enfermedad y la segunda opción, el antiviral “Favipiravir”, que tampoco está probado. En total hay 8 tratamientos experimentales autorizados por la OMS. Y dos prototipos de vacunas que se esperan en noviembre.

Otras tres personas, además de la auxiliar de enfermería contagiada, están aisladas en este momento hasta descartar el virus del ébola: su marido, un hombre que llegó de Nigeria y otra enfermera que tuvo contacto con uno de los misioneros. Desde el pasado mes de agosto, Sanidad ha activado en 20 ocasiones protocolos de seguridad.