Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

La Casa Blanca y sus aliados aumentan la presión diplomática para aislar al régimen del presidente Al Asad. Estados Unidos se está planteando el envío de ayuda humanitaria a Siria, pero no va más allá; Barack Obama teme que una intervención militar desestabilice aún más la región y sigue apostando por soluciones políticas.

El ejército sirio ha reanudado este martes los bombardeos contra la ciudad central de Homs, uno de los principales bastiones de la oposición, donde el lunes murieron más de sesenta personas, según los grupos opositores.

La Comisión General de la Revolución Siria ha precisado que el Ejército ataca con artillería el barrio de Bab Amro, uno de los más afectados durante el bombardeo de ayer, donde muchos edificios han resultado dañados. El grupo opositor ha detallado que desde primera hora de la mañana de este martes unos 500 proyectiles han impactado en ese barrio contra casas, mezquitas y áreas donde los ciudadanos suelen manifestarse.

Está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, visite este martes Damasco para reunirse con Al Asad, después del veto de su país y de China el sábado pasado a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que apoyaba el plan de transición de la Liga Árabe.