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El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, han insistido este lunes en que la puerta "sigue abierta" para las negociaciones con Grecia, pero que le corresponde a este país presentar una nueva propuesta aceptable para los Estados de la zona euro. "No queda mucho tiempo. Hay urgencia tanto para Grecia como para Europa", ha asegurado Hollande en una declaración conjunta con Merkel tras mantener una reunión en el Palacio del Elíseo.

Grecia y Europa han vivido hoy  la resaca de un domingo muy intenso. El "no" de los griego a la propuesta de sus acreedores ha abierto un nuevo capitulo en el relato de esta crisis. El Banco Central Europeo ha decidido mantener la linea de credito de urgencia a Grecia, pero de  momento, los bancos del país permanecerán cerrados hasta el  jueves, y se mantiene en los 60 euros,  el límite diario de dinero que se podrá  sacar de los cajeros. Mientras tanto  Euclides Tsakalotos, jefe del equipo negociador de Grecia  con los  acreedores internacionales, ha jurado   el cargo como nuevo ministro de  Finanzas en sustitucion de  Yanis Varufalis. Grecia, no podia ser de otra manera, ocupara buena parte del tiempo de la edicion de esta noche de Cinco continentes y de la tertulia que compartiremos en la segunda parte del programa, con nuestros analistas de cabecera, como es habitual cada lunes.

 

El PSOE ve en la crisis griega la oportunidad para hacer más Europa y una Europa distinta. Pedro Sánchez pide responsabilidad tanto al gobierno heleno como a las instituciones europeas. Izquierda Unida llama a repensar las políticas aplicadas hasta ahora en el seno de la Unión. Para Pablo Iglesias es el momento de llegar a un acuerdo sensato que sea aceptable tanto para Grecia como para el resto de socios europeos. Y celebran el no.  En Ciudadanos también apuestan por el acuerdo. Y piden una política de altura. Aunque destacan que el no es negativo.

Con una nueva cumbre europea en el plano político, en el financiero Grecia afrontará en cuestión de 15 días el pago de casi 6.500 millones en vencimientos de deuda. Los dos primeros son letras del tesoro de 2.000 y 1.000 millones de euros respectivamente. El pago depende de los bancos griegos, los únicos compradores de deuda del país y por tanto, de la ayuda de liquidez de emergencia que les provee el Banco Central Europeo. El impago en ambos casos sí se considería un 'default'. Aunque es el 20 de julio la fecha cumbre: Grecia debe afrontar dos pagos de casi 3.500 millones en total al BCE. Si no los hace efectivos,las agencias de calificación crediticia no las consideran como impago pero podría hacer peligrar la línea de asistencia de Fráncfort de la que tanto dependen los bancos griegos.

La victoria del 'no' deja a  Grecia  en una encrucijada económica más difícil aún que la que tenía. Ya está en situación de mora con el FMI y ahora necesita más de 6.800 millones de euros para distintos vencimientos en este mes. Los economistas destacan la urgencia de un tercer rescate, una opción que ha descartado Alemania. La prioridad, para los ciudadanos, es que el Gobierno pague a los pensionistas y a los proveedores, a los que debe 7.000 millones de euros. La mayoría quiere que el país siga en el euro, pero creen que a corto plazo, la economía de los hogares no va a mejorar. Algunos expertos creen que Grecia debería poner en marcha un nuevo programa de reformas que la UE debería supervisar de cerca, para evitar que descarrille como los anteriores. La Eurozona se mantiene en vilo. Algunos hacen ya cuentas de lo que puede costar la salida de Grecia del euro. Según el Royal Bank of Scotland el impacto económico de un 'Grexit' se acercaría a los 250.000 millones de euros. 

Los vecinos de Kolonak, un barrio de clase alta de Atenas, no veían con buenos ojos las noticias de los periódicos griegos con el triunfo del 'no'. El paisaje y el cambio de ánimo era distinto en los barrios donde se ven las cicatrices de la crisis. Los bancos helenos siguen cerrados salvo para los pensionistas que no tienen tarjeta y en los cajeros se pueden seguir sacando 60 euros al día, como establecen las medidas de control de capitales.