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En la estación de ferrocarriles de Leópolis, a setenta kilómetros de la frontera oeste de Ucrania, la salida periódica de trenes no descongestiona las largas colas de personas que tratan de salir del país, mayoritariamente hacia Polonia. Cientos de personas -entre las que hay niños, ancianos e incluso mascotas- llevan horas a la espera de coger un tren. Sin embargo, Leópolis también es una estación de destino para las personas que huyen de otras zonas del país. De hecho, hoy se esperaba la llegada de un tren procedente de Sumy, el único corredor humanitario que ha funcionado con fluidez hasta ahora y que ha logrado la salida de al menos 5.000 refugiados. La tardanza se debe, al parecer, a que Ucrania está trazando nuevos recorrdos para evitar los bombardeos rusos.

Enviados especiales de RNE, Mónica Cartes y David Velasco.

La Unión Europea no se atreve todavía a prohibir la compra de gas ruso, como ha hecho Estados Unidos o Reino Unido. La dependencia de Europa es mucho mayor, el 40% proviene de allí, aunque Bruselas insiste en que están dando pasos acelerados para reducirla. Precisamente el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha pedido este miércoles un esfuerzo colectivo a los ciudadanos de Europa para bajar la calefacción en sus casas y cortar los lazos económicos con Rusia en represalia por la ofensiva militar contra Ucrania.


FOTO: EFE/EPA/JULIEN WARNAND

Rusia y Ucrania han acordado este miércoles la apertura de seis corredores humanitarios para evacuar a civiles de las principales ciudades que están siendo escenario de bombardeos y combates en el decimocuarto día de la guerra.

Los alcaldes de Sumy y Energodar han informado de que el alto el fuego se estaba respetando y los civiles han comenzado a salir. En Energodar se encuentra la mayor central nuclear ucraniana, que fue atacada el pasado viernes y donde, según el Ministerio de Energía de Ucrania, las tropas rusas están maltratando a los operarios.

El martes, el único corredor que pudo funcionar fue el de Sumy, por el que salieron unas 5.000 personas en autobuses y un número indeterminado en un millar de vehículos particulares.

Foto: REUTERS/Maksim Levin

La solidaridad tras la guerra de Ucrania se extiende entre las localidades españolas y no solo en las más grandes. Paredes de Nava se encuentra en Palencia y con apenas 2.000 habitantes ha comenzado un proceso de acogida de refugiados. Dimitri ha sido el ciudadano ucraniano encargado de trasladarse a la frontera para traer a los, por ahora, ocho compatriotas que se alojan en dependencias del ayuntamiento. “Tenemos pensado hacer más viajes ahora que estamos en contacto con la gente de la frontera”, comenta en Las Mañanas de RNE.

El alcalde de la localidad, Luis Calderón, explica que tras un acuerdo municipal unánime se decidió ayudar “con la vivienda, el viaje y con los gastos de mantenimiento” y añade que cada vez son más los pueblos vecinos que les llaman para saber cómo pueden ayudar. Un ejemplo es el caso de Villada, con menos de 1.000 habitantes, y cuyo alcalde, Manuel Gallán, asegura que ya tienen preparado el albergue municipal para que los refugiados se encuentren en "las mejores condiciones cuando lleguen". En ambos casos, la solidaridad de los vecinos y de las instituciones está haciendo posible la creación de esta red de acogida, gracias a la cual las familias podrán encontrar un espacio de paz hasta poder regresar a sus hogares.

Lyra Puisyte-Bostroem, embajadora de Lituania en España, y Mariin Ratnik, embajadora de Estonia, han comentado en Las mañanas de RNE el clima que se respira en el Báltico tras la invasión de Rusia en Ucrania. Ambos países tienen frontera con Rusia, pero por el momento mantienen la calma. "No nos enfrentamos a una amenaza inminente, pero Lituania está preocupada", asegura Puisyte-Bostroem, que explica que hay mucha ira entre la población por lo que está haciendo Putin, pero que están tranquilos por formar parte de la OTAN. "Estar en la OTAN nos da mucha seguridad. Estamos seguros de que tenemos la fuerza para defender nuestro país." Y dice que tienen que pasar de una posición disuasoria a estar preparados para una posición defensiva.

En Estonia la visión es parecida. "Estamos en los países vecinos, conocemos a Rusia por la cercanía, las amenazas a nuestra vida, libertad, democracia... son las mismas", explica Ratnik. "Somos miembros de la OTAN, eso nos ayuda mucho. Vemos cómo trabajan los aliados juntos para ayudar a Ucrania, para apoyar la defensa. En 2004 tomamos decisiones para entra en la UE y la OTAN y fueron muy buenas."

Las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania también se notarán en la vivienda. Hoy conoceremos cuánto se encareció en 2021 la vivienda. En el tercer trimestre ya marcaba un incremento del 4% y no ha dejado de subir en todo el ejercicio. Se esperan unos incrementos del 6% debido a la inestabilidad de los mercados financieros y al encarecimiento de las materias primas, que volverá a convertir la vivienda en un valor de refugio.  En Las Mañanas de RNE hablamos con José García Montalvo, catedrático de Economía aplicada de la Universidad Pompeu Fabra sobre ello.

Montalvo considera que “en el año 2021 hemos visto una aceleración de los precios y hoy los datos darán un 5,2% de crecimiento y la tendencia se mantendrá.” Además, asegura que el crecimiento del coste de la construcción estaba antes de la guerra, pero añade que esta no va a ayudar en nada: “el acero, el cobre e incluso la madera están subiendo de precio rápidamente y afectará a la vivienda nueva. Puede haber incrementos del 10%-15% y los beneficios empresariales no serán capaces de aguantarlo.”

El catedrático ha explicado que los bajos tipos de interés ha sido un revulsivo en el último año. Y añade que debido a la crisis pandémica en España los precios han crecido lentamente y “vamos por detrás de toda Europa”. Y asegura que “no hay tensión en el crédito y sin el crédito no se puede formar una burbuja inmobiliaria.”

Bogdan tiene una casa, para él y su familia. Sin embargo, la guerra todo lo cambia y ahora, la casa de Bogdan es el hogar de ocho adultos y tres niños. Seis familias que llaman hogar a este techo en las afueras de Lublin. Es la casa de Irena y de su hijo ; de Olga y de Flor; de Sacha y de Anna, de Luiza y Andrej que se vieron sorprendidos por la guerra de vacaciones en Andorra; de Natalia y de Victoria que esta semana llegarán a la Costa del Sol; de Anastacia, que escapó sola y ahora usa las redes para coordinar las redes de cooperación. De una forma o de otra, todos tenían alguna relación con Bogdan, que ha pasado de importador de frutas y verduras a cooperante y donante de asilo. Es la historia que cuenta hoy desde la frontera Isabel Jiménez, con la asistencia técnica de Fernando Torrico. 

Rusia asegura que permitirá corredores humanitarios este miércoles desde Kiev y otras cuatro ciudades. Sin embargo, el único corredor que funcionó ayer fue el de Sumy, por el que salieron unas 5.000 personas en autobuses y un número indeterminado en un millar de vehículos particulares. Las tropas "observarán un régimen de silencio" en las ciudades de Kiev, Chernihov, Sumy, Járkov y Mariúpol desde las 8 de la mañana hora peninsular española.

Sin embargo, ucranianos y rusos no se ponen de acuerdo en las rutas que deben seguir los corredores. Rusia quiere dirigir a la población hacia territorio ruso, en algunos casos vía Bielorrusia, a lo que Ucrania se niega. Por eso ayer el único corredor que funcionó fue el de Sumy, que dirige a Poltava, en Ucrania. 

Foto: REUTERS/Thomas Peter