No sólo se plantea el ingreso de Ucrania en la UE, sino el de muchos países que llevan tiempo esperando. En muchos de esos casos, el factor ruso es importante, ya sea por la influencia de Moscú en esas zonas o porque se sienten amenazados.
Ese es el caso de los Balcanes Occidentales. Todos, menos Albania, son exrepúblicas yugoslavas. Serbia está histórica y culturalmente muy vinculada a Rusia y es el único país europeo que no le aplica sanciones. También está Kosovo, que no está reconocido como estado indpeendiente por varios países, entre ellos España.
Esas complicaciones, junto con las dificultades para reformar leyes y economía, son las que habían apartado el proyecto de ampliación de la UE.