Las motas de los ríos son la primera defensa ante una inundación. Son los muros o las paredes de contención que en caso de subida del caudal, deberían mantener el agua dentro del cauce. Pero en caso de inundación masiva, como la provocada por la DANA, esa primera defensa puede no ser efectiva.
Las motas se construían muy cerca del río para aprovechar al máximo los terrenos de ribera para cultivos o construcción, una práctica habitual hasta hace unos 15 años. Ahora, el consenso de los expertos y las directivas europeas tienden a que los ríos tengan más espacio natural para las crecidas. Las motas se retiran o se construyen más lejos del cauce.