Una persona ha muerto, cinco están desaparecidas y las autoridades han pedido a unas 390.000 que abandonen sus hogares por las lluvias torrenciales que han azotado en las últimas horas el norte de Japón.
Las precipitaciones han afectado especialmente a las provincias de Niigata y Fukushima, donde se han llegado a acumular hasta 500 milímetros de lluvia en las últimas 24 horas.