Continúan las movilizaciones antirracistas más intensas de los últimos 50 años. La intersección de la avenida Chicago con la calle 38 de Mineápolis se ha convertido en una suerte de santuario para honrar la muerte de George Floyd. Las protestas se siguen prolongando, por sexta noche consecutiva, no se ha respetado el toque de queda impuesto por el Ejecutivo de Trump y la policía y la Guardia Nacional han reprimido con dureza a los manifestantes. Un Donald Trump, por cierto, que ha recurrido a las redes sociales para criminalizar a los manifestantes y ha acusado de debilidad a gobernadores y alcaldes.
Informa Fran Sevilla, corresponsal de Radio Nacional de España en Estados Unidos y enviado especial a Mineápolis.