La compra de un teléfono móvil o de un ordenador puede estar financiando de forma indirecta a grupos armados en África. Algunos componentes proceden de minas controladas por las mafias. Estados Unidos ya ha aprobado una ley para controlar a las empresas que compran estos minerales en la República Democrática del Congo. Una iniciativa a la que podría sumarse la Unión Europea.