Los casos del llamado síndrome de La Habana comenzaron en el año 2016. Varios diplomáticos canadienses y estadounidenses comenzaron a padecer náuseas, dolor de cabeza y algunos, incluso, presentaron daño cerebral tras estar expuestos a sonidos agudos. Los primeros incidentes de este tipo se conocieron en la capital cubana, pero se han dado casos en Austria, Colombia y en Estados Unidos. Ahora han vuelto a parecer nuevos casos en París y Ginebra. Athony Blinken, el secretario de Estado de los Estados Unidos, ha prometido que protegerá a sus diplomáticos. Aunque, todavía no saben de donde provienen los ataques, EE.UU. ya ha avisado a Rusia de que si son los culpables habrá consecuencias.
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