Casi cien personas han sido detenidas por los focos de violencia en varias ciudades británicas durante unas protestas de la extrema derecha, en el marco del ataque del 29 de julio contra un centro recreativo de Southport, en el que tres niñas murieron apuñaladas. El primer ministro, Keir Starmer, ha condenado lo que ha calificado como acoso de la ultraderecha en la calle.
Foto: REUTERS/Stringer