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Desde hace un año, los cohetes de Hizbulá llegan casi a diario al norte de Israel. La mayoría son interceptados por el escudo antimisiles, pero algunos impactan sobre las ciudades. Una de las más castigadas es Haifa, la tercera ciudad del país, donde son comunes los trabajos de reparación tras los daños ocasionados. Los ataques del grupo chií han hecho que Israel evacúe a casi 70.000 personas de la frontera con Líbano, que aún no han podido regresar a sus hogares.

Su vuelta es una de las razones por las que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, justifica la invasión del Líbano. Además, han reducido la actividad económica de muchas ciudades de la zona. Al norte de Haifa se concentran soldados y carros de combate. Netanyahu ha prometido "la fuerza que sea necesaria" hasta lograr el regreso de los evacuados.

Hasta hace unas semanas, Hannah vivía bien de su trabajo como maquilladora y peluquera. Era influencer en las redes libanesas, con decenas de miles de seguidores. Pero su vida ha dado un vuelco y ahora duerme con sus hijos en este parque de Beirut, a la intemperie. Se han tenido que desplazar dos veces, primero dejó su casa en el sur del país, huyendo de los ataques, y se refugió, en los suburbios de la capital, en los barrios de Dahye, una zona que ya casi nadie habita porque está siendo bombardeada a diario: un símbolo de la devastación.

El 7 de octubre de 2023, Hamás asesinó 1.200 personas y unas 250 fueron tomadas como rehenes. Como respuesta, el Gobierno de Netanyahu inició una ofensiva sin precedentes sobre la Franja de Gaza con la matanza de 42.000 personas.

Un año después, el conflicto se ha extendido a más lugares de Oriente Próximo con la implicación de Líbano e Irán y cada vez se diluye más la posibilidad de alcanzar un acuerdo.

Un año después de los atentados de Hamás en Israel, la guerra sigue sacudiendo Oriente Próximo y sus territorios. El embajador del Estado de Palestina en España. Husni Abdel Wahed ha estado en el 24 horas de RNE donde ha admitido que sí cree en la paz, si bien está convencido que toda guerra "termina en acuerdos políticos, y esta no va a ser la excepción": "Lamentablemente, Estados Unidos, que es el patrocinador y suministrador además de protector y financista del Estado de Israel, dice una cosa y hace otra totalmente diferente".

El embajador ha calificado el diálogo existente como "diálogo de muerte": "Israel ha impuesto la única lógica que entiende, que es la muerte, el sufrimiento y el dolor [...] ¿Acaso es lógico pensar que por una acción se prolongue una guerra por más de un año? Y hay una amenaza de que esto se extienda para involucrar a otros", argumenta. Añade la crítica al mundo occidental, que considera que "ha impuesto una doctrina que se basa en el dominio a la fuerza".

Wahed se ha posicionado a favor de las palabras de Borrell en las que considera que el mutuo reconocimiento entre Israel y Palestina ha de ocurrir. Si bien, ha recordado que la Organización para la Liberación de Palestina ya ha reconocido el Estado israelí: "Falta que Israel reconozca los derechos del pueblo palestino a la autodeterminación y a tener nuestro propio Estado independiente", sentencia.

Desde que se llevaron a cabo los ataques de Hamás del 7 de octubre, VerificaRTVE ha tratado de determinar la veracidad de los vídeos publicados durante más de un año de conflicto, varios de ellos presentes en redes sociales. El proceso ha permitido discernir cómo ciertas acciones grabadas dan testimonio de crímenes de guerra cometidos tanto por Hamás como el ejército de Israel. En el mismo han dado cuenta desde ataques israelíes contra la prensa en el Sur del Líbano y hacia sanitarios en Gaza, hasta el asesinato de civiles israelíes desarmados por Hamás durante los atentados. La verificación se ha podido lograr gracias a una profunda labor de contraste y geolocalización, así como colaboración de medios y agencias internacionales.

Como alrededor del 90% de los palestinos, la familia de Mamdouh dejó su casa en Jan Yunis, una de las ciudades arrasadas, entre el sonido de las bombas y muertos de miedo. Meses después de malvivir en la tienda de uno de los campos de desplazados de la Franja, decidieron volver, pero ¿volver a dónde?

No queda prácticamente nada, apenas unos ladrillos sobre los que sentarse, ni nadie. Donde antes se escuchaba vida, ahora solo el ruido incesante de los aviones arriba y los escombros crujiendo bajo los pies de las pocas personas que han decidido regresar, abajo.

FOTO: Omar AL-QATTAA / AFP

Con un "estamos en guerra" Netanyahu ordenaba el 7 de octubre de 2023 atacar Gaza. Con el apoyo de EE.UU., la ofensiva empezó con ataques aéreos a la que siguieron las incursiones terrestres.

Según la ONU, Israel ha lanzado sobre la Franja 85 mil toneladas de explosivos. Como resultado de los ataques, 80 mil viviendas han sido arrasadas y al rededor de 42 mil palestinos hans sido asesinados. Se estima que 10 mil cadáveres siguen bajo los escombros.

"Es una operación contra Hamás", ha mantenido el primer ministro israelí desde el inicio. Algo que el jefe de la Autoridad Palestina califica como "genocidio". El Tribunal de la Haya dicta arresto contra Netanyahu por posibles crímenes de guerra, ya que a los ataques se suma el asedio a la población civil. Sin luz ni agua y con cortes a la entrada de ayuda humanitaria.

Una única tregua en noviembre permite recuperar a más de 100 rehenes a cambio de 240 presos palestinos. Ese mes los rebeldes hutíes de Yemen se suman al conflicto atacando barcos occidentales en el mar rojo en solidaridad con Gaza.

En abril, Irán, que apoya a las milicias antiisraelíes, ataca por primera vez directamente a su enemigo. Hace unos días volvió a hacerlo con cientos de misiles balísticos.

En septiembre, Israel hace explotar buscas y walkie-talkies de cientos de miembros de la milicia libanesa Hizbulá. Es el preludio al asesinato de su líder, Hasán Nasrala, y la invasión terrestre del sur del Líbano. Los ataques israelíes al país vecino dejan ya más de dos mil muertos.

En el mismo lugar y a la misma hora suena la última canción que se escuchó antes de que todo se detuviera abruptamente el año pasado en el Festival Nova. Familiares, amigos y asistentes han recordado así a los 300 asesinados por Hamás en este lugar. Después un minuto de silencio en el que solo se escuchaba el dolor de una mujer. El presidente israelí se ha unido a la ceremonia. 

En Jerusalén también a la misma hora sonaban las sirenas. Familiares de los 101 rehenes que siguen secuestrados han pedido su liberación. También una cadena humana en Tel Aviv ha servido para pedir que vuelvan a casa.

Por todo el país ha habido ceremonias y vigilias y ciudades de todo el mundo se han sumado a las manifestaciones de apoyo a Palestina y la liberación de los rehenes. Mientras los bombardeos sobre la Franja han continuado y son 42.000 los fallecidos en este año de guerra que comenzó el 7 de octubre. 

FOTO: AP Photo/Ohad Zwigenberg

Fueron los peores atentados en la historia de Israel. Muchos de los mil asesinados estaban en poblaciones junto a la Franja, los conocidos kibutz, donde un año después siguen presentes las huellas del 7 de octubre de 2023.

Las autoridades informan de que en Gaza todavía hay 100 rehenes israelís, pero creen que 35 de ellos podrían haber muerto. Mientras unas familias culpan a Hamás de que no haya tregua que devuelva a los cautivos, la mayoría de las familias de los rehenes y buena parte de la sociedad israelí culpa a Netanyahu de querer evitar un alto al fuego y preferir la guerra a cualquier pacto.

El mismo 7 de octubre de 2023 comenzó a cundir el pánico por una guerra regional. Abordamos con Laura Alonso, corresponsal en Oriente Próximo si los asesinatos selectivos de Haniyeh y Nasrallah, en Teherán y en Beirut, son una declaración de guerra por parte de Israel y hacia qué otros escenarios podría ampliarse el conflicto. Analizamos también la situación en Siria, Irák, Irán, y con Fran Sevilla desde El Líbano profundizamos en el nuevo frente abierto. 

El historiador, activista y político israelí Meir Margalit publica hoy El eclipse de la sociedad israelí. Atiende a los micrófonos de RNE desde Jerusalén. "Israel ha querido seguir viviendo esta historia, este victimismo. Quiere continuar sintiéndose víctima del antisemitismo internacional. Por eso sigue combatiendo porque se siente muy bien dentro de esta postura victimista. Lo único que sabe hacer Israel, hoy por hoy, es es combatir. Israel ha demostrado en este último año que es muy eficaz en ganar las guerras, pero Israel no ha logrado ganar la paz", expone el escritor.

"Hemos convertido Israel en una Esparta, un lugar que es casi ya imposible seguir viviendo", lamenta Margalit, que sostiene que el país se mueve en el "paradigma de las tres emes". La M de miedo, de mesianismo y de militarismo, explica: "Son los tres elementos que caracterizan a la sociedad israelí actual. El miedo, el cual acabamos de hablar constantemente. enemigos cambian de nombre, pero siempre tenemos uno frente a nuestra vista. El militarismo empezó tal vez como una necesidad, crear un ejército para salvaguardar el país. Pero esto ya es parte de la cultura nacional. El tercer elemento, menos conocido, el mesianismo. Se ha apoderado de la cultura del país. En su versión israelí actual, es un mesianismo que pretende purificar la tierra de Israel. Este mesianismo nos está llevando a un precipicio".

Entrevista completa en RNE Audio.