Desde hace un año, los cohetes de Hizbulá llegan casi a diario al norte de Israel. La mayoría son interceptados por el escudo antimisiles, pero algunos impactan sobre las ciudades. Una de las más castigadas es Haifa, la tercera ciudad del país, donde son comunes los trabajos de reparación tras los daños ocasionados. Los ataques del grupo chií han hecho que Israel evacúe a casi 70.000 personas de la frontera con Líbano, que aún no han podido regresar a sus hogares.
Su vuelta es una de las razones por las que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, justifica la invasión del Líbano. Además, han reducido la actividad económica de muchas ciudades de la zona. Al norte de Haifa se concentran soldados y carros de combate. Netanyahu ha prometido "la fuerza que sea necesaria" hasta lograr el regreso de los evacuados.