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Varios miles de personas se han manifestado en Seúl contra el Gobierno surcoreano por su gestión del hundimiento del ferry Sewol, una tragedia de la que se cumplió ayer un mes y que causó más de 300 muertos o desaparecidos. Los organizadores han estimado la participación en unas 30.000 personas, mientras que la policía local ha desplegado a unos 10.000 efectivos para controlar las protestas y evitar incidentes, según informó la agencia local Yonhap.

Bastan pocos segundos para imaginar la angustia de jugarse la vida en una barca precaria, y alcanzar Europa. Los propios inmigrantes hacinados en cubierta, han rodado este video, desesperados ante el acoso de las olas. Seis ciudadanos egipcios han sido detenidos, sospechosos de formar parte de la red mafiosa que les llevó a la costa. Pero muchas otras veces, el sueño se vuelve pesadilla. El diario 'La Repubblica' muestra las imágenes del gran naufragio que indignó a Europa hace siete meses, en la isla de Lampedusa. Bajo el mar, muerte, quietud y silencio. 

Los cadáveres han sido recuperados por el Ejército a unos 50 kilómetros al este de Trípoli. Según fuentes oficiales, en la barca viajaban un centenar de personas, la mayoría procedentes del África subsahariana. Las autoridades libias han rescatado cerca de 50 inmigrantes y buscan a varios desaparecidos. 

La naviera surcoreana que operaba el buque Sewol, en cuyo naufragio han muerto 105 personas y desaparecido 197, ha cerrado este martes su página web y en su lugar ha publicado un comunicado en el que pide perdón a víctimas y familiares.

"Nos postramos ante las familias de las víctimas y pedimos perdón", expone el comunicado de Cheonghaejin Marine, tras afirmar que los responsables de la naviera "oran por las víctimas del Sewol que perdieron sus preciosas vidas en el accidente".

La compañía también ha deseado una rápida recuperación de los heridos y promete "hacer todo lo posible para que se rescate cuanto antes" a las 197 personas que siguen desaparecidas, la mayoría alumnos de bachillerato que realizaban un viaje de estudios, aunque prácticamente ya se han agotado las posibilidades de encontrar supervivientes.

Cheonghaejin Marine, que será inspeccionada al detalle en la investigación de las causas del accidente, ha quedado situada en el punto de mira al conocerse que algunos de sus barcos sufrieron averías e incluso protagonizaron una colisión sin consecuencias graves en los últimos meses.

Li Jun ha pedido perdón a las familias de las víctimas y ha dicho que pensó que sacarlos del barco habría sido aún más peligroso por las fuertes corrientes y la baja temperatura del agua. Se le imputan cinco cargos, entre ellos negligencia, por no estar al timón cuando el barco empezó a escorar. 

Mientras, Salvamento Marítimo ha reanudado la búsqueda de otros dos marineros, también portugueses, que permancen desaparecidos. El pesquero gallego, que se hundió por causas aún desconocidas, permanece sumergido a 170 metros, lo que está complicando  la localización de los desaparecidos.