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El ex primer ministro François Fillon se ha impuesto este domingo por un gran margen en la primera vuelta de las primarias del centroderecha francés. Con esta inesperada victoria, se postula como favorito para ser el candidato conservador a las presidenciales de 2017, a pesar de que todavía debe enfrentarse a Alain Juppé en la segunda ronda. El expresidente Nicolás Sarkozy, que ha quedado tercero, ha sufrido una dura derrota que le deja fuera de la carrera al Elíseo y que probablemente ponga fin a su larga carrera política.

El triunfo de Fillon, de 62 años, ha sido una sorpresa. Ninguna encuesta auguraba que el ex primer ministro obtendría un respaldo tan importante: el 44% de los votos, 16 puntos más que Juppé y 23 más que Sarkozy. Durante buena parte de la campaña fue considerado como el tercer hombre, pero finalmente ha remontado en las últimas semanas para lograr una victoria de enormes dimensiones.

  • Segundo debate televisado entre los aspirantes a las primarias del centro-derecha francés
  • Han hablado sobre inmigración, terrorismo, educación o la línea política de cada candidato
  • La primera vuelta está prevista para el próximo 20 de noviembre

El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido este jueves el principal blanco de las críticas de sus rivales en el primer debate de las primarias del centro-derecha para elegir el candidato a las presidenciales del año próximo, lo que ha permitido salir indemne al favorito de las encuestas, el exprimer ministro Alain Juppé. Aunque el tono general fue distendido y de guante blanco, Sarkozy se ha encontrado pronto en el centro de todas las controversias, obligado a responder a los otros seis postulantes, cuatro de los cuales formaron parte de sus Gobiernos durante su paso por el Elíseo entre 2007 y 2012. El más punzante fue François Fillon, que fue su primer ministro durante los 5 años que estuvo en el poder y que le ha atacado en el terreno político, en el económico y también en el de los escándalos de corrupción. Sarkozy se ha defendido de los ataques, ha tratado de presentarse como un hombre de experiencia, garante de una política liberal que permita recuperar la economía del país y crear empleo y, ante todo, como un candidato íntegro.

Son siete y rivalizan con la ventaja, o no, de conocerse bien. Rodeado de cuatro miembros de sus gobiernos, Sarkozy no logró invertir la tendencia de los sondeos que dan una ventaja de 14 puntos a Alain Juppé. La clave, el discurso más centrista y moderado del alcalde de Burdeos en temas espinosos como el islam, el yihadismo o la inmigración. Juppé habló de su condena por financiación ilegal en 2004, también Copé, que tuvo que dimitir como Presidente de la UMP en el caso Bigmalion, la financiación irregular de la campaña de Sarkozy. Y éste, tras una meditada pausa, defendió su inocencia en diferentes investigaciones. Se ha celebrado el primero de los tres debates que efectuarán los candidatos a primarias del centro derecha, con dos vueltas: el 20 y el 27 de noviembre. Se juegan mucho. Las encuestas apuestan por que el próximo presidente de la República será uno de ellos.

La primera batalla suele ser semántica y las llamadas a la unidad sin fisuras corren riesgo de ser matizadas. Entre los Republicanos, apenas Alain Juppé defiende hacer bloque con el Gobierno. Nicolas Sarkozy se instala unos centímetros más allá, en la amplitud del término "solidaridad" y ha defendido que se imponga un brazalete electrónico a los sospechosos de pertenecer a grupos terroristas. Subyace el reproche no explícito de que el Gobierno no supo tomar la medida de la amenaza, tras los atentados del Charlie Hebdo, y que se ha quedado corto en la respuesta. No se descarta que los Republicanos pidan el despliegue de soldados en Siria.

El primero en ser recibido en el Eliseo ha sido el ex presidente Nicolas Sarkozy, que ha pedido cambios en la política exterior e incorporar a Rusia en la coalición que lucha contra el EI además de la revisión de la política de inmigración y una modificación drástica de la política de seguridad.
 

Con el horizonte de las elecciones del 20 de diciembre, el Partido Popular Europeo ha ensalzado a Mariano Rajoy en la clausura del cónclave de la formación. El presidente del Gobierno ha recibido el apoyo de varios líderes del continente como Angela Merkel, Nicolás Sarkozy, Jean-Claude Juncker o Donald Tusk, y ha defendido que son la garantía del crecimiento y la estabilidad de Europa (23/10/15).