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Se intensifican las protestas raciales en Estados Unidos tras la muerte de otro hombre negro a manos de la policía estadounidense el pasado viernes en Atlanta. Reishard Brooks, como se llamaba el fallecido, fue grabado por las cámaras que los policías llevan integradas en sus uniformes y por testigos que lo vieron. La difusión de estas imágenes en Estados Unidos están permitiendo un escrutinio casi en tiempo real de muertes a manos de la Policía. A las 10:40 de la noche del viernes los agentes reciben un aviso de que Brooks se ha quedado dormido dentro de su coche en la cola de un local de comida para llevar y el resto de clientes tienen que rodearle. La Policía acude al lugar y durante más de media hora hablan con él, después el joven accede al control de alcoholemia. Da positivo y cuando van a esposarle se resiste. Brooks le roba la pistola eléctrica a uno de los agentes y escapa. El policía va tras él, le lanza una descarga y coloca su mano sobre su arma de fuego. Brooks le apunta con el arma de corriente eléctrica y el agente desenfunda su arma y le dispara tres veces. Tras ser trasladado al hospital muere a los 27 años. La alcaldesa ha señalado que la acción de los agentes fue desmesurada porque "una pistola eléctrica no es un arma mortífera". Y en un momento en el que las protestas por George Floyd habían pasado a ser pacíficas, anoche se produjeron de nuevo casi 40 detenidos en Atlanta tras un caso que ha redoblado la furia contra el racismo.

La Policía de Atlanta, Estados Unidos, confirmó este domingo que ha despedido a un agente blanco que mató a tiros el viernes a un joven negro Rayshard Brooks, y que ha detenido a al menos 36 personas tras una noche de intensas protestas que incluyeron el incendio de un restaurante. Un portavoz e la policía, comunicó a primera hora que el agente que disparó a Brooks, identificado como Garrett Rolfe, ha sido despedido, mientras su compañero Devin Bronsan, que participó en el forcejeo con la víctima, se encuentra de baja administrativa.

La muerte de otro joven afroamericano, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco ha causado una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y ha provocado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields. Brooks, de 27 años, falleció tras ser tiroteado la noche del viernes en el aparcamiento de un restaurante de comida rápida de la cadena Wendy's en Atlanta, después de resistirse a ser detenido y pelearse con dos agentes blancos, ha informado este sábado en un comunicado el Buró de Investigación de Georgia (GBI, en inglés).

En Atlanta, esta noche ha muerto otro hombre afroamericano a manos de la policía durante las protestas antirracistas en la ciudad. En el informativo 14 Horas Fin de Semanainformativo 14 Horas Fin de Semana hablamos con el escritor y experto en Economía y Relaciones Internacionales, Jorge Díaz-Cardiel, sobre los conflictos raciales en el país. Señala Díaz-Cardiel que el odio está formando parte del devenir norteamericano y de las noticias todos los días. Las redes sociales lo han "convertido en una realidad que puede verse en todo el mundo". Afirma que el debate sobre el odio no es nuevo, viene de las heridas que aún quedan abiertas desde su Guerra Civil y que se alimenta de la polarización política del país. La sociedad americana es muy diversa desde el punto de vista racial. Sobre si esto puede repercutir en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, el experto indica que lo que vemos son las manifestaciones de muchas personas pero que aún quedan muchos meses para determinar qué podrá pasar en esos comicios.

Otra detención fallida en Estados Unidos acaba con la muerte de un joven negro en Atlanta. Allí se han producido esta noche episodios de tensión entre policía y manifestantes. Se trata de un repartidor de comida que estaba dormido en un coche. Un vídeo grabado a través de una cámara de seguridad captó el momento en el que dos policias lo sacan del coche y comienza un forcejeo que acaba con el joven huído con una de las pistolas taser de uno de los oficiales y al final acaba siendo abatido a tiros. Las autoridades de Atlanta están investigando lo ocurrido. La jefa de policía de la ciudad ha dimitido. Informa Fran Sevilla, corresponsal en Washington.

La muerte de otro joven negro, Rayshard Brooks, por disparos de un agente blanco ha causado una profunda conmoción en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) y ha provocado la dimisión de la jefa de Policía de la ciudad, Erika Shields. El incidente ha reavivado las protestas contra el racismo y la violencia policial que sacuden Estados Unidos desde hace semanas por la muerte de George Floyd que ha terminado con incidentes y la detención de varias personas. 

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se ha sumado al gobernador del estado, Andrew Cuomo, para defender que continúe en pie la famosa estatua de Cristóbal Colón que preside la céntrica rotonda de Columbus Circle. La estatua está siendo vigilada por la Policía tras los ataques a varias figuras de Colón en distintos puntos de Estados Unidos, en el marco de las manifestaciones antirracistas que se viven en el país

Estados Unidos, Francia y Reino Unido han sido escenario, una jornada más, de movilizaciones contra el racismo y la violencia policial. Mientras que en el primero los manifestantes han protestado por la muerte del afroamericano George Floyd en Mineápolis, en Francia lo han hecho por el fallecimiento de Adama Traoré durante una detención policial. En Reino Unido, también se ha dado concentraciones en los últimos días en las que algunos activistas han derribado estatuas relacionadas con el pasado colonial del país. 

La muerte hace 19 días de George Floyd, desató las protestas contra el racismo y el odio en todo el mundo. En algunos casos, los manifestantes han trasladado su ira contra estatuas de personajes historicos a quieres acusan de racistas. Juan Carlos Soriano ha reflexionado sobre ello. Tras la caida del muro de Berlín no hay revolución que se precie sin banderas recortadas y estatuas besando el suelo. Pero cuidado, hay estatuas mentirosas que no son quieres dicen ser. De todas maneras, como nos excedamos en el revisionismo, deshabitaremos de estatuas nuestras ciudades y ¿dónde se aliviarán las palomas?. Porque mientras llega la justicia histórica o la divina, son ellas las que ponen todos los días los puntos sobre las íes.

Seattle se ha convertido en el nuevo foco de protestas antirracistas de Estados Unidos: los manifestantes han declarado el centro de la ciudad como "zona autónoma", Trump ha amenazado con mandar al ejército a la capital del estado de Washington para retomar el control y la alcaldesa de la ciudad esmeralda le ha recordado que lo que pretende hacer es ilegal. Nuestro corresponsal en Estados Unidos, Fran Sevilla, nos trae la actualidad más reciente del país norteamericano.

A lo largo de las semana, varias estatuas históricas vinculadas al pasado colonial de distintos países se han convertido en blanco de las protestas antirracistas surgidas tras la brutal muerte de George Floyd, tras ser detenido por un agente blanco en Minneapolis (EE.UU). Allí, las protestas en los estados de Virginia, Florida o Minnesota han derribado efigies de ilustres prohombres históricos vinculados al pasado confederado del país y también otras estatuas de personalidades anteriores, como Cristóbal Colón y Juan Ponce de León.

La vandalización o derribo de estas estatuas ha abierto el debate sobre el alcance de las protestas, que se debaten entre el simbolismo y la dificultad de reescribir la historia. Las protestas en las que las estatuas han sido protagonistas no se limitan a EE.UU. Durante toda la semana han sido también frecuentes en Europa e incluso en países del continente africano.

Este va a ser el tercer fin de semana de manifestaciones en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd durante una detención policial. La ciudad de Seattle, en el estado de Washington, se ha convertido en uno de los centros de las protestas. Los activistas han logrado incluso que la policía se retire de uno de los barrios, Capitol Hill, que han bautizado como "zona autónoma libre de policías".

El pasado fin de semana, un hombre arrolló a los manifestantes y disparó a uno de ellos. La policía abandonó el lunes la comisaría para rebajar la tensión de la semana pasada. "No fue mi decisión- dice la jefa de policía - estoy enfadada".

Son seis manzanas en las que todo cambia de nombre y en las que los agentes solo entrar por acuerdo con los activistas. Por las noches ocupan la entrada del consistorio. Reclaman fondos de la policía para programas de salud y la dimisión de la alcaldesa. "Si tenemos que entrar entraremos, no vamos a dejar que Seattle sea ocupada por anarquistas", ha advertido Donald Trump. A lo que la alcaldesa le recuerda que sería inconstitucional. No se recuerda un movimiento de protestas diarias tan prolongado en el país pero seguro se recordará por mucho tiempo, sin ir más lejos paseando por las ciudades que han renombrado ya una de sus calles. Otras como Nueva York aún deciden cuál de ellas pasará a llamarse Black Lives Matter, la vida de los negros importa.

En EE.UU., las últimas encuestas señalan que una amplia mayoría apoya las manifestaciones antirracistas. Diferentes sectores del país están tomando medidas para combatir la desigualdad racial y, desde el Capitolio, tanto demócratas como republicanos trabajan en reformas legislativas. Sin embago, el presidente se ha limitado a decir que impulsará prácticas más profesionales en el uso de la fuerza policial.