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Más de un millón de familias en España tienen a todos sus miembros en paro. Una situación que, además de crear angustia, puede generar problemas en las parejas.

El paro volvió a subir en agosto y acaba con la serie de descensos iniciada en abril. El dato es mejor que en agosto de 2009, pero hace que el número de desempleados se acerque a los cuatro millones de personas. El Gobierno atribuye este incremento al fin de la temporada de verano y confía en que las cifras mejoren con el nuevo curso.

Los sindicatos dicen que el dato de paro de agosto confirma que la reforma laboral no sirve para crear empleo, y que el aumento del numero de parados les da más razones para la huelga general.

El paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo aumentó en 61.083 personas en agosto, el 1,5%, tras cuatro meses consecutivos de caídas, con lo que el número total de desempleados ascendió a 3.969.661. Agosto es un mes tradicionalmente malo para el empleo, en 2009 el octavo mes del año dejó casi 85.000 parados más. Según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, en un año el paro ha aumentado en 340.581 personas, el 9,3% (02/09/10).

La ministra de economía, Elena Salgado, ha asegurado que el aumento del paro de agosto en 61.0000 personas, presentado este jueves, "no es un dato malo si se pone en el contexto de estacionalidad".

En declaraciones a la Ser, la vicepresidenta ha comparado los datos similares a los de agosto de 2007, antes de entrar en crisis, donde aumentó en 58.000 desempleados.

Salgado también ha descartado la reducción de las prestaciones sociales y ha pedido confianza a los parados "porque la situación actual pasará". A su vez, ha recomendado la búsqueda activa y la participación en los cursos que se ofrece el INEM.

El proyecto del Gobierno ha sido rechazado por el PP. Sin embargo, ha habido unanimidad para reducir de cien a treinta días el periodo en que los parados tendrán que aceptar obligatoriamente cursos de formación relacionados con su perfil profesional si no quieren ser sancionados.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha dicho que noventa días para que una persona pueda no aceptar una oferta de participación en un curso de formación es un periodo demasiado largo y que parecen razonables treinta días.