J.D. Vance ha sido el elegido por el candidato republicano Donald Trump para ser su vicepresidente, y en su primer discurso en la Convención Republicana que se celebra en Milwaukee ha dicho que están "unidos para ganar". Vance, de 39 años, ha mostrado su apoyo a Trump tras el intento de asesinato fallido en su mitin de Pensilvania. La mujer del elegido vicepresidente ha buscado suavizar su imagen de radical. Vance cuenta con el apoyo de altos cargos del Partido Republicano.
Las camisetas del flamante ticket republicano Trump-Vance no se han hecho esperar. Tampoco las de la foto de Trump durante el tiroteo que intentó acabar con su vida, convertida en icono en tiempo récord. Hay quién ya empezado a tatuársela. La Convención Nacional Republicana celebrada justo después de que el expresidente sobreviviera a un balazo está incrementando su culto. Incluso han publicado sus tuits en forma de poema. Para el 65% de los votantes republicanos, según las encuestas, fue obra de la divina providencia y, en un país en el que siete de cada diez ciudadanos son creyentes, el 11% de los demócratas también lo piensa.
Donald Trump eligió el lunes a J.D. Vance, senador republicano por Ohio, como su candidato a vicepresidente, solo un día después del atentado que intentó acabar con su vida. "No soy un chico Trump", decía Vance en 2016, cuando se atrevía a llamar al expresidente el Hitler estadounidense, idiota, nocivo, o heroína cultural. Ocho años después, sin embargo, se ha convertido en uno de sus más acérrimos defensores. "Dijo algunas cosas feas sobre mi pero luego se enamoró", ha dicho Trump sobre él, tras asegurar que no le guardaba rencor.
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Con la oreja derecha vendada y entre vítores, así ha reaparecido en público Donald Trump tras el atentado del sábado. Ya es formalmente el candidato republicano a las elecciones de noviembre y se ha dado un baño de masas en la convención de su partido en Milwaukee. Una convención donde por fin desveló la incógnita sobre quién le acompañará como vicepresidente si llega de nuevo a la Casa Blanca. El elegido es James David Vance, un joven senador y fiel escudero de Trump que ya ha mostrado la dureza de sus posiciones políticas. En una entrevista, Vance ha contado que el expresidente le dijo que le puede ayudar a ganar los Estados bisagra en el cinturón industrial del país que catapultaron en 2020 a la victoria de Biden.
El atentado perpetrado contra el expresidente estadounidense Donald Trump durante un mitin en Pensilvania ha desatado una ola de rechazo y solidaridad con el aspirante republicano a la Casa Blanca. Las reacciones de condena ante este acto, que ha tenido lugar a dos días del inicio de la Convención Republicana que debe designar a Trump como candidato a la presidencia de Estados Unidos, han sido unánimes. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido uno de los primeros en reaccionar. "No hay cabida en América para esta violencia".
Foto: El Servicio Secreto atiende a Donald Trump, tras ser rozado por una bala en un mitin en Pensilvania (ANNA MONEYMAKER/GETTY IMAGES VIA AFP)
Una de las grandes preguntas del debate era si Joe Biden disiparía las dudas sobre su edad; enseguida se vio que no. Vacilante, carraspeando, titubeaba mientras Donald Trump se mofaba de él: "No sé lo que acaba de decir y creo que él tampoco". Trump llamó terroristas y delincuentes a los migrantes sin papeles y Biden se negó a responder. Biden lo llamó delincuente y perdedor, pero sus titubeos y esta pantalla partida, donde él parecía mucho más mayor eclipsó todo lo demás.
Los demócratas corrieron a explicar que Biden estaba resfriado. En cuanto acabó el debate, los periodistas se abalanzaron sobre ellos con una pregunta: "¿Vais a buscar otro candidato?" "Absolutamente no", negaba tajante el gobernador de California, uno de los que más suena para sustituir a Biden. Los senadores demócratas pedían a los votantes que piensen en las políticas de Biden y no en el debate.
Los que sonreían eran los amigos de Trump. Sus posibles vicepresidentes hablaban del desastre de Biden y decían que no les preocupan los juicios contra Trump porque no deja de subir en las encuestas. Faltan cuatro meses para unas elecciones insólitas, cuatro meses de una campaña tensa y cargada de incertidumbre.