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En el Congreso, PP y PSOE han consensuado un texto alternativo a la moción que esta tarde presenta UPyD en la que pide ilegalizar Bildu y Amaiur. En ese texto alternativo, al que se suman otras formaciones de la cámara, instan al gobierno a promover la máxima unidad en la gestión del fin de ETA. El ministro del Interior ha insistido en que ilegalizar Bildu y Amaiur no prosperaría jurídicamente.

Los partidos de la oposición han sido muy críticos con la Delegada del Gobierno en Valencia y el jefe policial, y piden responsabilidades. En el Partido Popular se insiste que el gobierno dará explicaciones y lamentan la imagen de violencia en la calle que se da de España.

  • El nuevo vicesecretario de organización del PP hablará sobre el Congreso de su partido
  • También se hablará de las cargas policiales en las protestas estudiantiles de Valencia

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, defiende la actuación de la Policía Nacional en Valencia en respuesta a las protestas estudiantiles y advierte de que no hay que tener "simpatía" por quienes "atacan" a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, garantes del Estado de Derecho. Subraya que los agentes policiales, "que son quienes garantizan nuestra libertad", han sido "violentamente agredidos" y les concede la "presunción de actuación legítima" frente a las críticas que se han producido. También considera que existe "equilibrio" en la actuación policial y cree que los datos que ofrecerá la Policía Nacional podrán acabar por "desmentir" las denuncias de abuso de fuerza (21/02/12).

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, ha criticado que dirigentes del PSOE fueran a las manifestaciones contra la Reforma Laboral. La dirección del PSOE, en boca de su secretario Alfredo Pérez Rubalcaba, insiste en que esa Reforma es injusta e ineficaz. Y desde Izquierda Unida su coordinador, Cayo Lara, vaticina que las manifestaciones aumentaran.

El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, afirma que su partido está dispuesto a dialogar con los sindicatos para llegar a acuerdos sobre la reforma laboral. No obstante, matiza que ese diálogo no puede convertirse en un instrumento para alejar a nuestra legislación laboral de la que hay en el resto de Europa, donde, tal como subraya el 'popular', no se destruye tanto empleo como en España (20/02/12).

En el congreso del PP se han renovado los órganos de partido. Tres días en los que el foco además estaba puesto en los nuevos retos que tiene el PP ahora que está en el gobierno, pero también en las elecciones en Asturias y Andalucía.

El reelegido presidente del PP, Mariano Rajoy, ha defendido la reforma laboral acometida por el Gobierno porque la considera "justa, necesaria y buena para España". "Si queremos que en España haya empleo hay que hacer lo que hemos hecho", ha aseverado ante la plana mayor de su partido. Rajoy ha aprovechado su primer discurso como renovado líder del PP en la clausura del 17 Congreso nacional para hacer una férrea defensa de la reforma laboral, frente a las protestas que contra ella se están celebrando en España. Si el de este sábado fue un discurso centrado en el partido, en el cierre del cónclave 'popular' Rajoy ha hablado más como presidente del Gobierno que como presidente del PP para defender la acción del Ejecutivo: "Es una reforma justa y si no lo lo pensáramos, no lo habríamos hecho".

a secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, ha defendido esta domingo en el 17 Congreso del PP las medidas que está llevando a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy porque han recibido un "mandato reformista" de las urnas en las pasadas elecciones generales. En su discurso, en la clausura del Congreso, ha apoyado las reformas, ha contrapuesto la unidad del Partido Popular frente al partido de "clanes generacionales" del PSOE y ha asegurado que ganarán en Andalucía porque la gente tiene "ganas de cambio".

El expresidente del Gobierno y presidente de honor del PP, José María Aznar, saluda a Mariano Rajoy en el 17 Congreso del PP. Ha sido un saludo con sonrisa y abrazo incluido y lejos de la frialdad que demostró el primero en el cónclave 'popular' de Valencia hace ahora cuatro años.