Los sindicatos meten presión y ya ponen fecha a las primeras movilizaciones: antes de que acabe septiembre habrá protestas si la CEOE no accede a subir los salarios. El ministro de la Presidencia pide que no se rompa el diálogo social y se desmarca del apoyo explícito de Yolanda Díaz a las protestas. Un apoyo que ha molestado a los empresarios.
El secretario general del sindicato UGT, Pepe Álvarez, ha advertido este miércoles en relación con la subida del salario mínimo interprofesional, que "está muy bien" decir que "hay que proteger a los más débiles", pero "hay que hacerlo". Así lo ha afirmado en La Hora de La 1 de TVE al ser preguntado por las palabras de la ministra de Transportes solo unos minutos antes en este mismo programa, en las que ha afirmado que el Gobierno está dispuesto a que el salario mínimo interprofesional se sitúe en un 60% del salario medio como recomendó la comisión de expertos. Álvarez ha dicho en este sentido que ellos también están "en la línea" de ese 60 % del salario medio que calculó la comisión de expertos hace tres años, pero ha agregado que en este tiempo ha "variado" y por eso quieren que la comisión de expertos "revise los datos que están desfasados" y plantean que se "redondee" y estemos ante una subida del salario mínimo del 10 %, lo que es lo mismo unos 1.100 euros. Preguntado por las advertencias que han hecho los sindicatos de un "otoño caliente" de movilizaciones, Álvarez ha dicho que ya han advertido a la CEOE de la necesidad de retomar las negociaciones de un acuerdo marco de carácter general para el año 2022 y 2023, ha señalado que la patronal se levantó de la mesa y que los convenios colectivos siguen "atascados"."Veremos grandes movilizaciones del sector privado, con toda seguridad, y las vamos a ver coordinadas y visibilizadas", ha agregado.
Foto: El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, este jueves en rueda informativa en Logroño. EFE/ Raquel Manzanares
La pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania han llevado a la economía mundial a una situación delicada, con la desbocada inflación como último elemento de tensión. Pulsamos la realidad económica en España con Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos-ATA, y Fernando Luján, secretario confederal del sindicato UGT. Ambos ensalzan elvalor del diálogo entre los agentes sociales en España, que recientemente dio sus frutos en el pacto para la reforma laboral. Aunque coinciden en que el conflicto bélico no está afectando de manera muy negativa al mercado laboral español, Ferrero advierte que se podría estar viviendo una "euforia postpandémica que podría estar amortizando el efecto de la inflación o del aumento de los costes de producción". Además, habla de una posible desaceleración en otoño a causa del fin de los créditos ICO y de la subida de los tipos de interés.
Fernando Luján considera que "los últimos datos de la Comisión Europea nos tienen que invitar al no alarmismo". Sin embargo, pone el foco en la desbocada inflación y en su efecto sobre los trabajadores: "Los salarios llevan pediendo poder adquisitivo desde el año 2008 en figuras alarmantes". Por ello, insiste en la actualización periódica de los salariosen base a la inflación, una propuesta de los sindicatos que fue rechazado por las patronales: "Es necesario un pacto de rentas que proteja a los más desfavorecidos". Sobre esta cuestión, Ferrero responde que el contexto de endeudamiento de los empleadores más vulnerables (autónomos y pymes) no permite afrontarlo.