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Al menos diez personas han muerto y 15 han resultado heridas en Toronto (Canadá) cuando un hombre al volante de una furgoneta ha atropellado este lunes a la multitud en una calle principal. Cuatro de los heridos se encuentran en estado crítico.

Las autoridades han confirmado que el ataque fue deliberado y han identificado al sospechoso como Alek Minassian, canadiense de 25 años, sin antecedentes. Minassian fue detenido por un agente de Policía, sin disparar un solo disparo, a un kilómetro del lugar del atropello.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha descartado que el atropello sea un acto terrorista. "La investigación continúa pero es bastante claro que no hay conexión con la seguridad nacional", ha afirmado Trudeau durante una rueda de prensa en Ottawa.

La similitud de lo ocurrido con atentados terroristas sufridos en los últimos meses y la coincidencia con la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores y Seguridad del G7 que se celebra en Toronto hizo temer inmediatamente esta posibilidad, pero se ha descartado.

El primer ministro canadiense ha añadido que "llevará tiempo" entender las razones por las que el supuesto autor, Alek Minassian, sin antecedentes ni vínculos conocidos con ninguna organización, ha decidido cometer este acto homicida.

El suceso comenzó poco antes de las 13:30 horas, cuando la calle Yonge, una de las principales arterias de Toronto, se encontraba llena de gente para la hora del almuerzo.

El sospechoso aceleró su furgoneta, un vehículo de alquiler, la subió a la acera y circuló a toda velocidad durante kilómetro y medio arrollando a todo el que encontraba a su paso.

"Lo ha hecho intencionadamente, iba matando a todo el mundo", ha declarado a la CNN Ali, testigo de los hechos. "El seguía y seguía, golpeando gente, uno tras otro".

La autopsia ha confirmado que los dos cuerpos encontrados el domingo en un coche en Priego, en Córdoba, corresponden a dos hombres que llevaban desaparecidos desde el pasado jueves. Las víctimas, halladas con signos de violencia, son el propietario del vehículo, un joven de 24 años de Priego, y un hombre de 43 años natural de Lucena, cuyos familiares buscaban desde el viernes. La Guardia Civil investiga ahora las circunstancias de su muerte, para lo que se ha decretado el secreto de sumario.

Hoy hemos tenido acceso a las imágenes de las cámaras de vigilancia de la zona, que sitúan en ese punto al único acusado, Jordi Magentí. También se ve, en ese mismo punto, el vehículo donde viajaban los dos jóvenes asesinados.

Una familia ha presentado una denuncia ante el juzgado de guardia de Melilla contra el Hospital Comarcal después de que muriera una mujer a la que practicaron un cesárea durante el parto y su bebé resultara herido por un corte en la cara con un bisturí. La familia acudió este martes al juzgado de guardia para presentar una denuncia por ese caso, en el que considera que hubo un homicidio por imprudencia y mala praxis, y ha solicitado que se realice una autopsia independiente para conocer los motivos de la muerte de la mujer, que alumbraba a su segundo hijo y tenía 35 años.
 

El crimen de Susqueda, en el que fueron asesinados dos jóvenes cuyos cadáveres aparecieron en las aguas de este pantano, se produjo donde la persona investigada, Jordi M., que se encuentra detenida desde el 26 de febrero, pescaba habitualmente desde hacía años. El abogado de la familia de las víctimas, Carles Monguilod, que ejerce la acusación particular, ha dado este miércoles detalles de la instrucción del caso, después de que el juez haya levantado el secreto de sumario, y ha confirmado ese indicio, que se suma a otros como que los cadáveres fueron trasladados posteriormente en kayak hasta el lugar en el que se descubrieron.