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El Observatorio Contra la violencia doméstica y de género con sede en el Consejo del Poder Judicial recoge que durante 2020 se registraron un total de 1.668 denuncias, lo que supone una reducción del 16,8 por ciento respecto a las presentadas un año antes. Según el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, José Luis López del Moral, estos datos no quieren decir que ni que este fenómeno haya disminuido en la región, sino simplemente la dificultad para denunciar en un contexto social de confinamiento.

En este informe anual figuran como víctimas el mismo número de mujeres, es decir, casi trescientas menos que un año antes, lo que representa una bajada del 15 por ciento y una ratio de 55,5 víctimas por cada 10.000 mujeres que residen en nuestra comunidad.

Durante 2020 fueron condenadas 373 personas por violencia de género en Cantabria. Todas eran hombres salvo tres mujeres, que estaban implicadas en los hechos en los que se enjuiciaban conductas tipificadas como violencia sobre la mujer.

A lo largo del pasado año, los juzgados de violencia sobre la mujer de Cantabria recibieron un total de 285 solicitudes para la adopción de órdenes y medidas de protección, las más frecuentes fueron de alejamiento de la víctima.

De las 1.668 denuncias registradas en los juzgados de violencia sobre la mujer de Cantabria, un 63,4 por ciento fueron presentadas por la propia víctima, bien en el juzgado o ante la policía; el 14,8 por ciento de esas denuncias llegó al órgano judicial por un parte de lesiones; el 9,8 por ciento a través de servicios asistenciales o terceras personas; el 8,6 por ciento por intervención policial directa; y el 3,3 por ciento por denuncia de un familiar.

La pandemia ha afectado especialmente a las mujeres empresarias. Las cifras que maneja la presidenta de la Asociación de Empresarias de Cantabria, Eva Fernández Cobo, lo corroboran. “Las mujeres hemos sido las más perjudicadas. Un 11.1% de las mujeres cántabras han perdido su empleo durante la pandemia, y el desempleo de larga duración ha crecido casi el doble que el de los hombres. Entre las autónomas, se ha roto el ascenso sostenido en su número que se había mantenido en los últimos 10 años”.

Los sectores más afectados por la crisis del coronavirus, como la hostelería, el turismo y el comercio, son los que cuentan con un mayor número de mujeres empleadas, de ahí que las cifras revelen ese incremento en el desequilibrio entre el paro masculino y femenino. “Además, las mujeres se encuentran en una situación especialmente complicada, tienen que elegir entre su vida profesional y su vida personal, porque han de asumir también el cuidado de niños o mayores, y salen perdiendo”, asegura Fernández Cobo.