Un año después de Filomena la mayoría de afectados siguen esperando las ayudas prometidas. Las consecuencias provocaron la declaración de zonas catastróficas en 8 comunidades. Una ayuda millonaria que apenas ha llegado obligando a ayuntamientos, empresas o particulares a afrontar enormes desequilibrios presupuestarios.
FOTO: Militares de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) colaboran en la limpieza del hielo y nieve tras el paso de la borrasca Filomena, en enero de 2021. Eduardo Parra / Europa Press.
22 turistas pakistaníes han muerto congelados en el interior de sus coches ((COLAS)) durante una intensa nevada que dejó varados a más de 23.000 vehículos. Trataban de llegar a la cima de un popular destino turístico cerca de Islamabad. Los equipos de salvamento siguen rescatando a las personas atrapadas.
Y a falta de saber cómo será este año, el pasado nos dejó varias pistas de lo que podría traer el cambio climático. Primero fue Filomena, pero también vivimos lluvias torrenciales, olas de calor y todas sus consecuencias.
En Estados Unidos las compañías aéreas han recibido con satisfacción la reducción del confinamiento a los positivos asintomáticos. Tienen cientos de tripulantes de baja y récord de vuelos cancelados en Navidad: este martes ya van más de 800, porque al coronavirus se ha unido el mal tiempo, una ola de frío ártico que obliga a descongelar pistas y aviones. El resultado, miles de pasajeros tirados en los aeropuertos, atrapados en un caos con maletas y niños durmiendo en el suelo. Los contagios y el miedo a contraer el coronavirus ha hecho que muchos tripulantes no vayan al trabajo y eso ha dejado miles de vuelos en tierra. El lunes, Estados Unidos canceló 1.474 operaciones y registró 7.685 retrasos, casi la mitad de los de todo el mundo. Algunas compañías han ofrecido incentivos a los tripulantes para que vuelen.
La crecida del Ebro ha dejado esta semana parte de Navarra y Aragón inundadas. En Las Mañanas de RNELas Mañanas de RNE hablamos con Javier Fatás, miembro de la Comisión Ejecutiva Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) y Félix Bariáin, presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN). Ambos confían en que las ayudas van a llegar pero afirman que no cubrirán al 100% lo perdido, sobre todo porque hay agricultores que han perdido sus cultivos justo en el momento de recolectar "cuando todo el gasto está hecho y tienen que hacer frente a todos los pagos de esa cosecha", señala Bariáin. Piden más inversión y una gestión integral del Ebro para evitar episodios similares, tanto dentro de su cauce como fuera de él. "Hay datos que son lo suficientemente elocuentes para para saber que no se están haciendo bien las cosas", señala el presidente de UAGN, "por poder hacer, se pueden hacer muchas cosas. El problema es que cuando las mesas se crean, los últimos invitados somos los agricultores". Denuncian que esto, no solo arruina esta cosecha sino también las futuras y sus exportaciones hacia los países de la UE. "Esto va a repercutir mucho también en los trabajos de este verano de siembra y de recogida en las cooperativas que van a recibir menos producto", declara Fatás.
La punta de la crecida del río Ebro llegó el martes a Zaragoza, aunque con un caudal menor de lo esperado. El nivel del río se mantiene alto, pero no se ha superado el nivel alcanzado en la crecida de 2015. El caudal se diriga ahora hacia la Ribera Baja, mientras el Gobierno de Aragón estima que hay más de 12.000 hectáreas de cultivos afectadas en toda la ribera de Zaragoza.
El Ebro sigue subiendo a su paso por Zaragoza, con un caudal de más de 2.000 metros cúbicos por segundo y una altura de unos cinco metros y medio. Según la Confederación Hidrográfica, la tendencia actual todavía es al alza, aunque no se han registrado incidentes de importancia ni se ha llegado a niveles de la riada de 2015. El agua ha anegado la Z-30 y se ha desalojado una urbanización. Ahora lo que preocupa es la Ribera Baja, concretamente, las localidades de Pina de Ebro y El Burgo, donde se espera la punta de la crecida. Informa desde Zaragoza Montse Carmen Morera.
El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha adelantado que declarará zona catastrófica el área afectada por las inundaciones provocadas por 'Barra'. Hay numerosos municipios parcialmente sumergidos y miles de hectáreas de cultivos dañadas sobre todo en Aragón y Navarra, pero también en La Rioja.
El temporal ha tenido en tensión a vecinos de municipios de Zaragoza como Boquiñeni, Pradilla de Ebro y Novillas, ahora más tranquilos. Han visto cómo se estabiliza el agua y no se cumplen las peores previsiones.
La calma va volviendo poco a poco a Navarra a la espera de que baje el nivel del agua para poder limpiar los desperfectos y cuantificar los daños que ha causado en los más de 70 municipios afectados por la crecida, donde muchos apuntan que una de las causas es la falta de limpieza del cauce. En San Adrián aseguran no haber visto nada igual desde 1957. El caudal ha bajado pero el pueblo está más bajo que el río y el agua está estancada. Los vecinos nos cuentan cómo se apoyan entre ellos, y denuncian que ya habían advertido que podía pasar algo así.
La crecida del Ebro ha dejado este domingo inundaciones en el norte de España, sobre todo en Navarra y Aragón. La atención ahora mismo está puesta en Novillas, el primer pueblo de la ribera del Ebro en Aragón. Allí, al menos 55 personas han sido desalojadas como medida de precaución. Se están habilitando albergues provisionales.
FOTO: Vista de la crecida del Ebro, que avanza por la Ribera de Navarra, dejando inundaciones en localidades como Tudela. EFE / Juan Antonio Martínez
En Tudela (Navarra), el Ebro sigue creciendo y todavía no ha llegado a su pico. Las autoridades han pedido máxima prudencia a los vecinos que se acercan a las zonas inundadas. El agua ha alcanzado más de un metro de altura en zonas del casco antiguo y algunos vecinos se han despertado con dificultades para salir de sus casas.
FOTO: Equipos de rescate recorren en barca las calles inundadas de la localidad navarra de Tudela. REUTERS/Albert Gea.
El Ebro ha inundado algunos municipios y amenaza a otros siguiendo el curso del río. En Navarra, las aguas han inundado parte del casco antiguo de Tudela. Son las peores inundaciones de los últimos 20 años y por eso el Gobierno foral adelanta que solicitará la declaración de zona catastrófica, al igual que la presidenta del Ejecutivo, María Chivite, que ha anunciado que solicitará la declaración de zona de desastre natural en los municipios afectados por las riadas en los últimos días. Mañana se reunirá con los 74 Ayuntamientos afectados para hacer una valoración inicial de los daños.
En Aragón se ha ido retrasando la hora de llegada de la punta de la crecida a Zaragoza. No llegará, como muy pronto, hasta la noche del martes o la madrugada del miércoles, con, posiblemente, menos peligrosidad de la que se creía. Esta noche es posible que alcance Novillas, la primera localidad por la que el río en la comunidad. Su alcalde, Abel Vera, en el informativo 14 horas Fin de Semana ha confirmado estas informaciones y ha señalado que se están tomando medidas preventivas junto con la UME, la Confederación Hidrográfica del Ebro y la Guardia Civil en caso de evacuación.