La crisis entre Rusia y Ucrania ha protagonizado la reunión de líderes de partidos de derecha y ultraderecha que se ha celebrado este sábado en Madrid y en la que el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha actuado como anfitrión. Los asistentes, entre los que se encontraban los primeros ministros de Polonia y Hungría y la francesa Marine Le Pen, han reclamado cooperación militar ante la amenaza rusa en la frontera ucraniana.
FOTO: El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, junto a los dirigentes de Vox Santiago Abascal y Jorge Buixadé, este sábado en Madrid. Vox via REUTERS
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirma que la situación en la frontera entre Rusia y Ucrania es tensa pero que nadie se está preparando para una guerra. En declaraciones al Telediario, Albares insiste en que ahora es el momento de la diplomacia.
FOTO: El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en una imagen de archivo. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET.
Armamento y tropas rusas han llegado a Bielorrusia, oficialmente para unos ejercicios militares conjuntos que ambos países llevarán a cabo en febrero. Desde EE.UU. también sigue saliendo equipamiento militar y municiones hacia Ucrania. El presidente de Ucrania ha dicho que alentar el pánico perjudica a su país. Zelenski cree que el peligro ruso existe, pero que no es tan inminente. EE.UU. mantiene la presión. El presidente, Joe Biden, ha anunciado el envío de un número limitado de soldados al este de Europa.
Foto: Soldados ucranianos durante unas maniobras (EFE/EPA/MARKIIAN LYSEIKO)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que "en el corto plazo" moverá tropas estadounidenses al este de Europa debido a la crisis en Ucrania, aunque ha asegurado que no serán "demasiadas". Los esfuerzos diplomáticos para neutralizar la crisis de Ucrania continúan en todos los niveles a la espera de que Moscú responda al documento que ha enviado Estados Unidos. Pero mientras, siguen los preparativos ante una posible escalada militar. Incluido el envío de tropas estadounidenses al este de Europa.
Estados Unidos pide a Rusia que adopte la vía del diálogo para solucionar la crisis en la frontera con Ucrania. Sin embargo, si la tensión continúa, el presidente Joe Biden ha anunciado el envío "en breve" de tropas estadounidenses al este de Europa y países de la OTAN, aunque no serán muchas. Lo ha afirmado después de que el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, asegurase que Rusia ya tiene suficientes tropas sobre Ucrania para llevar a cabo un conflicto armado. Austin ha añadido que el conflicto "no es inevitable" y depende de Putin la decisión de una salida diplomática a la crisis o ese conflicto de graves consecuencias.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho este viernes que "en el corto plazo" moverá tropas estadounidenses al este de Europa debido a la crisis en Ucrania, aunque ha asegurado que no serán "demasiadas".
Este viernes ha hablado el secretario general de la OTAN. La Alianza mantiene un equilibrio entre la apuesta por la diplomacia y la firmeza ante cualquier posible movimiento ofensivo de Rusia. Jens Stoltenberg, a pesar del desencanto de Moscú, ha vuelto a mostrarse abierto al diálogo."Estamos listos para cuando quieran sentarse a hablar", ha dicho.
Sin embargo, a la OTAN le preocupa especialmente el refuerzo de soldados y armamento en Birelorrusia. La Alianza no envía tropas de combate, pero sí mantiene un despliegue preventivo, en el que saliendo al paso de las críticas, asegura, están de acuerdo todos los aliados.
El conflicto en Ucrania ha generado dos bloques: los países que claramente apoyan a Rusia y los que defienden a Ucrania. En el bando de Ucrania, Estados Unido y Reino Unido han ofrecido a Kiev apoyo armamentístico. También la Unión Europea, pero con distintos niveles de compromiso. Alemania, sin embargo, ha dicho no, una posición que tiene mucho que vr con el gas, ya que la mitad del que necesita llega de Rusia.
Con Rusia están al cien por cien Bielorrusia, que en caso de guerra ha dicho que intervendrá, y Serbia, que mandó tropas en 2014 a Crimea.
Un actor que podría jugar un papel clave en el conflicto entre Rusia y Ucrania es el gigante chino. Estados Unidos pidió anoche que el país asiático interceda para rebajar la tensión aprovechando su relación cercana con Rusia. China advirtió a Washington que debía respetar las preocupaciones de Moscú, por lo que entra en el tablero político. El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, ha criticado la expansión militar de la OTAN y ha dicho en un comunicado que “la seguridad de un país no puede ser a expensas de la de otros”. Ha pedido calma y contención y ha resaltado que en el siglo XXI ambas partes deben abandonar la "mentalidad de la guerra fría" y crear un mecanismo europeo de seguridad, equilibrado y sostenible, a través de negociaciones.
El sociólogo Michel Wieviorka, uno de los principales intelectuales franceses, ha asegurado en una entrevista en Las Mañanas de RNE que Europa tiene problemas para promover una imagen comunitaria y fuerte. “La Unión Europea nace del temor de la guerra, la idea era que estando unidos económicamente seríamos capaces de estar unidos políticamente. Hoy en día, las cosas funcionan mejor que antes, pero es difícil hablar de una unión fuerte políticamente”, expresa. Sobre el conflicto en Ucrania, Wieviorka cree que “son momentos terribles” y que entre Estados Unidos y Rusia hay poco espacio para una presencia diplomática de Europa, ya que la fuerza de Rusia está presente por todo el mundo, no solo en Ucrania. “Lo mejor que podemos hacer es hablar y negociar”.
Para el intelectual francés, el problema democrático es político, pero también social: “La idea de democracia significa dos cosas: unidad del país, sentirse miembro de un cuerpo social unido, pero al mismo tiempo es la capacidad de discutir y negociar todas las diversidades, pluralidades e intereses opuestos de ese cuerpo social”. Wieviorka entiende que, si hay una crisis de la democracia, es porque los países no son capaces de tratar políticamente los movimientos sociales y culturales como el feminismo, la ecología, el racismo… “Es momento de reforzar y reinventar la idea democrática”, de la misma forma que le ocurre a la izquierda francesa, que vive un momento de “desestructuración total, con ideas de los años 80 o 90”. La clave, en su opinión, es desarrollar una vida democrática donde las diferencias internas no desemboquen en guerra y ruptura, y actuar políticamente contra los discursos extremistas fundamentados en el antisemitismo y racismo, que son capaces de transformarse y renovarse permanentemente.