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Rusia continúa con su operación especial hasta que termine con sus objetivos, centrados ahora en la liberación del Donbás, y no dudará en atacar las ciudades que ya tienen rodeadas, según ha asegurado su ministro de Exteriores. De momento Ucrania resiste, pero deja devastación por donde pasa. 

Los ciudadanos en Kiev viven en constante tensión ante el miedo de que sus casas y barrios sean atacados. En las últimas semanas, los misiles rusos han destruido edificios residenciales. Hace unos días, misiles rusos cayeron en medio del barrio y un gran incendio se propagó por los últimos pisos de uno de los edificios de viviendas, como consecuencia falleció un vecino. 

Rusia continuará con su "operación especial" hasta que logre sus objetivos, centrados ahora en liberar la región del Donbás. El Ministerio de Defensa ruso ha dicho que no descartan asaltar las ciudades que ya tienen rodeadas. De momento, Ucrania resiste, pero en el intento del ejército ruso de hacerse con ciudades como Kiev u Odesa, dejan un rastro de devastación por el camino en ciudades cercanas como Chernígiv, Mikolaiv o Mariúpol. En esta última, el ayuntamiento asegura que, según testigos presenciales, al menos 300 personas murieron en el ataque al teatro del pasado 16 de marzo. Además, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha denunciado que Rusia está bombardeando una ciudad cercana a Chernóbil donde viven muchos de los trabajadores de la central

Desde que comenzó la guerra en Ucrania, España ha acogido a unos 25.000 refugiados. Unos 135 llegaron la semana pasada en un convoy de taxistas que los recogieron en Polonia.  Algunos de esos conductores siguen en contacto con ellos y con sus familias de acogida y les ayudan incluso económicamente.

Los conductores les ayudan a hacer gestiones o les compran, por ejemplo, material escolar. Nataly, una de las refugiadas, está muy agradecida con la acogida que le han dado en España,  aunque está preocupada por el futuro de su marido, que sigue en Ucrania.

Desde que ella y su familia dejaron Járkov, uno de los primeros objetivos rusos, han pasado varias semanas. Ahora tienen una nueva casa gracias a los taxistas que les acompañan y les ayudan a olvidarse, un poco, del horror de la guerra.

Foto: un taxista (al fondo) coloca una pegatina con los colores de la bandera de Ucrania en la capilla de su coche antes de partir en caravana con artículos de primera necesidad hacia Polonia, para ayudar a los refugiados ucranianos, este viernes, en la Terminal T4 del aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez. EFE/ Sergio Perez.

De cómo evoluciona la guerra en Ucrania están pendientes en otras zonas de conflicto como Siria, Yemen o Afganistán por algo tan básico como comer. Su fuerte dependencia del cereal ucraniano puede acentuar su ya precaria situación y agravar la violencia. La ONU advierte de que hay que evitar, dicen, un "huracán de hambre".

[Guerra en Ucrania: última hora en directo]

FOTO: Un agricultor ucraniano fumiga un campo de trigo en la región de Kiev en una imagen de archivo. REUTERS/Valentyn Ogirenko.

Biden viajará hoy mismo a Polonia, donde se va a entrevistar con su presidente, Andrej Dudda. Mientras, la capital ucraniana sigue sufriendo bombardeos, aunque de escasa intensidad. El Papa Francisco va a presidir esta tarde, en la basílica de San Pedro, la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. El gobierno alemán prevé una aplicación de restricciones ante la subida de casos por coronavirus. Se cumplen 7 años de la guerra de Yemen. Y, en Córcega, la muerte de Colonna ha reavivado las protestas en la isla.

Los ciudadanos en Kiev viven en constante tensión ante el miedo de que sus casas, sus barrios sean atacados. En las últimas semanas, los misiles rusos han destruido edificios residenciales en barrios, como ha podido comprobar sobre el terreno un equipo de TVE.

Hace unos días misiles rusos cayeron en medio de Somyansky, una zona comercial que está muy cerca del centro y que ahora está vacía.

Además, un gran incendio se propagó por los últimos pisos de un edificio residencial. Los bomberos buscaron durante horas para encontrar supervivientes. Fueron tres misiles, y dieron directamente a las casas. No se trata de un error, no es un accidente, dice Sergii a TVE, de la patrulla de empleados que ahora se encarga de retirar los escombros

Este viernes han podido volver algunos vecinos, pero apenas pueden ni siquiera subir las escaleras y menos aún llegar hasta sus pisos, que están muchos de ellos convertidos en ruinas.

Foto: bomberos y equipos de seguridad ucranianos en la escena de un edificio alcanzado por misiles rusos en Kiev (Kiev), Ucrania, 20 de marzo de 2022. EFE/EPA/ATEF SAFADI.

La rutina en Kiev está marcada por el sonido de las sirenas antiaéreas. Cuando suenan, uno de los refugios habituales son las estaciones de metro. Fran Sevilla, enviado especial de RNE a la capital ucraniana, ha estado en el subterráneo de Nyvky donde había programada una actuación para niños organizada por una ONG.

Los animadores tratan de hacer olvidar a los niños la situación que se está viviendo, según explica Julia, una de las animadoras: "Tratamos de hacer algo bueno para los niños, que se sientan seguros, y felices".

Son niños que duermen ahí, en colchones junto al andén, con sus padres. Lógicamente, tratan de evitar que sus hijos sientan pánico. "Cuando escuchan las sirenas corren a algún lugar seguro, pero no saben exactamente lo que es la guerra. Solo tienen la certeza de protegerse sin preguntar mucho más", le cuenta Victoria, una madre de un niño de tres años, a Fran Sevilla en el diario 14 horas de RNE.

Sin duda, el sonido de las risas de los niños escuchado en la estación de metro de Nyvky es algo que no se percibe desde hace un mes en la superficie de las calles de Kiev. Una inocencia feliz encapsulada bajo tierra. 

La guerra en Ucrania continúa y este viernes llega ya a los 30 días. El gobierno ucraniano denuncia que las tropas rusas bombardean escuelas y guarderías, mientras el ayuntamiento de Mariúpol ha hecho un llamamiento para recibir ayuda humanitaria y poder alimentar a los civiles atrapados por los combates, que están empezando a morir de hambre. El consistorio teme que 300 personas murieran en el ataque a un teatro hace una semana.

Otras ciudades como ChernígovJárkov o Izium se encuentran bajo fuego constante, y escasean los alimentos, agua o medicinas. El gobernador de la región de Chernígov ha informado de que la ciudad está totalmente rodeada por fuerzas rusas.

Un millar de civiles han muerto ya en un mes de guerra, según la ONU, que cifra también en más de 3,7 millones los refugiados que han huido a otros países, principalmente a Polonia.

Foto: Fuerzas pro-rusas en Mariúpol, sur de Ucrania. REUTERS/Alexander Ermochenko

El miedo a que Rusia extienda la invasión de Ucrania a otros países cercanos ha hecho que en Polonia, los campos de tiro hayan aumentado al máximo su actividad. Hemos entrado a uno de ellos y el propietario asegura que ahora reciben hasta cuatro veces más llamadas para resevar una clase que antes de que empezará la guerra. No sólo acuden polacos también muchos ucranianos que viven en el país y que no descartan volver a Ucrania para combatir contra las tropas de Putin.

[Guerra en Ucrania: última hora en directo]

En la frontera norte de Rumanía con Ucrania, cientos de ucranianos pasan la noche tras salir de la zona donde hace solo unos días se bombardearon varias bases áreas. Sofía o Víctor son algunos de los hijos de Anna, que cuenta que desde el martes esperan un autobús que los lleve a Portugal. Los niños juegan e intentan evadirse. Llaman la atención sus caras de felicidad entre los juguetes que un grupo de voluntarios ha llevado hasta un hotel de 5 estrellas, reconvertido en centro de acogida. Han estado con ellos los enviados especiales de RNE, Laura Alonso y Sergio Jiménez.

Mykola Tesa era representante comercial de una empresa alemana cuando Rusia invadió Ucrania. Desde Kiev nos cuenta que su vida cambió: su familia hizo las maletas y él se puso el uniforme militar. Nos explica cómo decide unirse a defender a su país.

Alina ha decidido quedarse en Jarkóv, Lina decidió irse de Vasylkiv. Las dos nos cuentan sus razones.

La foto la hace nuestro enviado especial Fernando Martínez, que nos cuenta los contrastes que ha visto entre los refugiados que cruzan la frontera con Ucrania.