Muchos habitantes de Lublin, Polonia, se han volcado con la acogida de refugiados. Es el caso de Bogdan, quien acoge en su casa a personas ucranianas que han huido de la guerra. Un reportaje de nuestra compañera Isabel Jiménez.
Rusia ha anunciado este jueves que ha tomado Izium, al este del país, aunque sus avances son lentos frente a una enconada resistencia ucraniana. La estrategia rusa "ha pasado de un intento de una guerra relámpago a simplemente una carnicería", según ha afirmado Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, en TVE.
Foto: Bomberos apagan el fuego creado tras un ataque ruso contra un almacén en las afueras de Kiev, en Ucrania
El 24 de febrero, de madrugada, Vladímir Putin ordenaba el comienzo de lo que llamó "operación militar especial" en Ucrania. Un mes después, esa guerra es la mayor crisis de seguridad para Occidente de esta generación, según la OTAN, y un desastre humanitario.
Unos 25.000 ucranianos han llegado ya a España. Saben que la lengua es la principal herramienta para su integración. En esta clase, alumnos refugiados tiene la primera toma de contacto con el abecedario español. Academias de la Federación de Escuelas de Español les enseñan nociones básicas. Desde hace varias semanas dan clase gratis a los refugiados. Cruz Roja imparte cursos en los hoteles donde están alojados los ucranianos. Entre los alumnos, perfiles de todo tipo.
Un mes de guerra en Ucrania deja escenarios abiertos en varios frentes. El primero sería el bélico, con algunos objetivos cumplidos para el invasor, pero a un ritmo y coste altos. En el terreno diplomático hay negociaciones bilaterales que han permitido la apertura de corredores humanitarios, pero las grandes cuestiones -como la región del Donbás, Crimea y la entrada de Ucrania en la OTAN- siguen sin resolverse.
El conflicto abre otras incógnitas: los límites del presidente ruso y la capacidad de Ucrania para decidir por sí misma. Los pueblos seguirán pagando, mientras tanto, el precio más alto de esta guerra.
Los líderes de la OTAN se han reunido en una cumbre extraordinaria en Bruselas en la que han condenado la acción de Putin en Ucrania. Todos están de acuerdo en reforzar la capacidad defensiva de la Alianza Atlántica y han reconocido el coraje del pueblo ucraniano, capaz de resistir un mes de ofensiva.
Los aliados han escuchado al presidente de Ucrania en un vídeo en el que no ha reclamado cerrar el espacio aéreo de su país, pero ha pedido aviones, tanques, medios de defensa aérea y herramientas para neutralizar a los 21 buque de guerra rusos que lanzan desde el mar Negro misiles a las ciudades ucranianas.
Hace un mes comenzó el éxodo imparable de refugiados. Más de tres millones y medio de ucranianos han salido de su país desde el inicio de la invasión rusa. Y uno de los grandes retos de la UE es cómo ayudarles, y dar apoyo a los países que los acogen. A Hungría han llegado 320.000 refugiados. Allí está un equipo de TVE.
Ola es periodista y lo primero que cuenta a TVE es que en el 2014 entrevistaba a personas que huían de las bombas del Donbás. "Jamás pensé que yo iba a estar en este lado algún día", explica. Su historia es la de los 6 millones y medio de desplazados internos que hay ahora en Ucrania. Con lo mínimo huyó de Irpín, con su marido y su hija de cuatro años. Y aún se ahoga al pensar que hoy hace un mes que caen las bombas.
Los habitantes de Kiev siguen preparándose para defender la capital de un posible asalto del ejército ruso. El enviado especial de RNE, Fran Sevilla, ha comprobado en la Plaza Shevchenko, que cualquier objeto puede ser útil a la hora de formar una barricada. Se utilizan viejos camiones, antiguos tranvías, tractores, vigas de hierro o sacos terreros para construir barreras que frenen el avance de las fuerzas rusas.
Los ataques se han endurecido y la pesadilla está lejos de diluirse. La ciudad portuaria de Mariúpol, situada al sureste de Ucrania, ha sido arrasada casi por completo por el sistemático bombardeo ruso, destinado a acabar con la resistencia ucraniana.
Cientos de miles de personas se han estado escondiendo en sótanos sin agua corriente, alimentos, medicinas o electricidad. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, dijo el pasado martes que "no queda nada" de la ciudad.
En una parte de Mariúpol, controlada por las fuerzas rusas, centenares de personas esperan pacientemente en fila para recibir cajas de alimentos y suministros humanitarios. Mientras, la escena más habitual es encontrar a personas enterrando a sus muertos en parques o patios traseros de viviendas. Viktoria es una de ellas. Acaba de enterrar a su padrastro Leonid después de que el vehículo que lo transportaba al hospital explotara durante los combates.
En el 14 Horas hablamos Mila Milosevic, investigadora principal del Real Instituto Elcano para Rusia y Eurasia, para analizar desde el bando ruso el mes de invasión en Ucrania. Hay una férrea censura por parte de Putin en el país y Milosevic destaca que “las multas y los 15 años de cárcel son un elemento poderoso para mantener a buena parte de la población callada,” pero añade que la población rusa es muy apática políticamente: “No han protestado nunca y tienen poca experiencia democrática para protestar.” Además, explica que “el 60% de los rusos apoyan esta guerra y tienen una percepción de que Occidente no quiere terminar la guerra sino de ahogar a Rusia.”
¿Hasta dónde puede aguantar Putin la resistencia de Ucrania? Mila Milosevic explica que las víctimas rusas nunca las sabremos y destaca que “la guerra va a costar al régimen de Putin mucho más de lo que él creía. ” Sobre el coste económico la investigadora principal es tajante: “El régimen de Putin puede sostener al régimen de Putin y Rusia puede ser autosuficiente mientras la UE no imponga sanciones a la energía, petróleo o gas ruso.” Y asegura que no cree que “las sanciones económicas cambien ni la dirección de esta guerra ni al régimen de Putin. Este podría caer solo si Putin de verdad pierde la guerra, pero esto es muy a largo plazo.”
Nuestro compañero, Carlos Franganillo entrevista a tres veteranos diplomáticos que han sido embajadores de España en países estratégicos como Rusia, China y Estados Unidos. Es el caso de
Luis Felipe Fernández de Peña, Eugenio Bregolat y Jorge Dezcallar, respectivamente.
Ellos nos cuentan hasta que punto la guerra de Ucrania puede cambiar el orden mundial, las reglas del juego tanto en lo político como en lo económico. Y sus augurios no son buenos, creen que pasaremos de un mundo multilateral a uno de polos enfrentados, con más tensiones y proteccionismo.
Se cumple un mes del inicio de la invasión rusa en Ucrania. En la madrugada del 24 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, comunicaba el inicio de la ofensiva. Los bombardeos no tardarían en caer sobre ciudades como Mariúpol, Járkov, Chugev o Kramatorsk. Las tropas comenzaron su avance hacia la capital, Kiev, donde las sirenas antiaéreas suenan cada noche.
Refugios improvisados y huidas caóticas, grandes destrozos en objetivos militares y civiles, tímidas negociaciones y respuestas de Occidente ante Putin. Desde RTVE Noticias te resumimos en imágenes, los últimos siete días de guerra, que ya ha dejado miles de civiles muertos y más de 3,8 millones de refugiados.
En Las Mañanas de RNE hablamos con Rafael Dávila, general de División en la Reserva, sobre la situación de este conflicto tras un mes de guerra en Ucrania. Dávila resalta el ejemplo y la resistencia de la población ucraniana “ante un ejército muchísimo más poderoso que el suyo.” Y su resistencia, explica, reside en la moral: “un soldado que ve la muerte es un soldado invencible.”
Asegura que Putin tenía un plan que más o menos ha cumplido: “Ese plan era dominar toda la orilla norte del Mar de Azov y del Mar Negro, que es lo que le permite en su momento poder salir al Mediterráneo. Tiene también, por otro lado, en su punto de vista puesto en el Báltico y ahora mismo, pues ha ocupado toda la parte que más le interesaba que es la sureste. Ya está prácticamente enlazando Crimea con el Dombás, el punto clave es Mariúpol.”
Sobre Kiev, Rafael Dávila ha explicado que Putin solo quiere simplemente presionar. Y destaca que “ellos hacen la guerra y la paz a la vez, es decir, en un momento determinado se sientan a negociar, pero siguen haciendo la guerra.” Dávila insiste en que es un tema muy complejo pero hay que ponerle un fin.
Además, asegura que Rusia maneja un sistema donde guarda el secreto de sus operaciones y todos los planteamientos que su ejército hace están absolutamente protegidos, pero insiste, que todo ejército sabe calcular absolutamente todos los riesgos con los porcentajes de error. “Lo que no podemos manejar en una guerra es el azar” e insiste que “detrás de esta guerra está la guerra de los recursos, no tenemos tiempo.”