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Les contamos cómo ha sido posible llegar a desbloquear los puertos ucranianos y cómo se desarrolla el primer trayecto comercial de un barco cargado de grano. Hablamos de la estrategia naval presentada ayer por el presidente ruso Vladirmir Putin durante las celebraciones del Día de la Armada. Miramos a Irak, donde los partidarios del clérigo Al Sader siguen ocupando el parlamento desde el sábado mientras miles de ciudadanos se manifiestan contra ellos. Y seguimos pendientes de los incendios en el Estado de California.
 

Ucrania ha logrado por fin sacar su cereal a los mercados internacionales, pero sigue inmersa en una brutal guerra. Los últimos ataques rusos se han centrado en el sur del país y en la región del Donbás. Moscú ha difundido este lunes imágenes de ataques de tanques del autodenominado Ejército de la República popular de Donetsk. Esta región del Donbas es, desde que empezó la guerra, objetivo prioritario del Kremlin. Según Kíev, al menos 200.000 civiles siguen en las localidades que no han caido bajo control ruso. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha ordenado la evacuación de la zona hacia el interior del país, pero muchos no quieren irse. En Konstantinivka, con 70.000 habitantes antes del comienzo de la ofensiva rusa, sus habitantes están divididos.

FOTO: REUTERS/Vyacheslav Madiyevskyy

La guerra en Ucrania ha multiplicado los movimientos geopoliticos. Las naciones buscan cómo posicionarse, por lo que pactos y reuniones al más alto nivel están a la orden del día. Repasamos los puntos más candentes del tablero mundial con Javier Gil, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas y experto en seguridad internacional. Para Gil, la envasión de Ucrania es un puñetazo sobre la mesa por parte de Rusia, que reclama un mayor poder político y militar en el eje euroatlántico.

El profesor explica que, desde la toma de Crimea en 2014, Ucrania se ha ido rearmando, algo que permitió frenar el primer ataque y evitar la toma de todo el país. Con todo, cree que "desde hace quince días, la situación en el este de Ucrania está enquistada". Javier Gil se muestra crítico con la respuesta de Occidente: "Rusia está preparada para aguantar durante dos o tres años sanciones económicas. No digo que no le hagan daño, pero las tiene asumidas. A Rusia se le va a hacer daño en el campo de batalla, con una derrota militar". Además, pone el foco en la crisis energética que le tocará sufrir a Europa: "Rusia no va a dudar ni un segundo en apretar las tuercas con amenazas de cortes o con reducciones en el envío de gas a los países más dependientes".

"Los problemas internos nos han quitado energías para proyectarnos en el exterior. Ahora bien, la cumbre de la OTAN nos ha vuelto a situar en la primera división de países importantes y espero que eso no sea efímero", afirma sobre el papel de España. "Con la crisis energética tambien tendrá que cumplir un papel de hub gasístico, conectando África con el norte de Europa", añade. 

Por último, se muestra decepcionado con la respuesta de China ante la guerra y habla de la necesidad de poner más atención en África: "Tenemos un vecino en el cono sur donde están ocurriendo muchas cosas, la mayoría de las cuales no son buenas, y las estamos ignorando".

Su nombre parece puesto adrede. Se llama Razoni y con él se acaba imponiendo la razón porque se acaban, también, meses de espera en los que ningún barco había zarpado desde un puerto ucraniano hasta hoy. Momento en el que la economía del país parece volver a respirar.

"Antes Ucrania alimentaba al mundo. Ahora son ellos los que necesitan ayuda para alimentarse a sí mismos", dice el coordinador del Programa Mundial de Alimentos en este país.

El barco ha salido con casi una hora de retraso, desde el tan castigado puerto de Odesa y cargado con 26.000 toneladas de maíz. Mañana hará parada en Estambul y desde ahí, a su destino final: Trípoli, la capital de Libia. 
El acuerdo al que llegaron hace diez días Ucrania y Rusia para retomar las exportaciones de grano. Probablemente, el mayor avance diplomático en esta guerra y con el que se pretende paliar la hambruna mundial que desde febrero es aún más intensa y que está dejando en números rojos a muchos negocios del planeta.

"Sufrimos la subida de los precios, sobre todo de la harina, y nadie nos compensa estas pérdidas", cuenta Walid, dueño de una panadería en Gaza.
Ucrania era, hasta la invasión, el quinto país del mundo en producción de trigo, y top tres en ventas de maíz, cebada o semillas de girasol. Para volver a esas cifras, ya tienen a otros 16 barcos preparados en sus puertos esperando a seguir los pasos del Razoni y dispuestos a liberar los 22 millones de toneladas de grano que siguen atrapadas en el país.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha ordenado evacuar obligatoriamente toda la región de Donetsk, en el este del país. Lo hace para evitar más muertes de civiles cuando los ataques del ejército ruso se recrudecen. Además, la muerte de 50 prisioneros de guerra ucranianos sigue provocando reacciones.

Foto: Un edificio industrial bombardeado en Járkov (EFE/EPA/SERGEY KOZLOV)

El Gobierno Ucrania ha decidido la evacuación obligatoria de la región de Donetsk, en el este del país, que en los últimos días ha sido objeto de duros ataques militares. En una alocución difundida en el canal presidencial de Telegram, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido a los habitantes que aún no lo han hecho que tomen por sí mismos la decisión de evacuar Donetsk y les ha asegurado que contarían con asistencia completa tanto logística como económica.

Foto: Un mercado destruido por un misil ruso en Bakhmut, en la región de Donetsk (Press service of the State Emergency Service of Ukraine/Handout via REUTERS)

Ucrania ha pedido la intervención de la ONU y de la Cruz Roja para investigar la muerte de medio centenar de prisioneros de guerra en territorio prorruso. La nave en la que estaban encerrados ha quedado destruida por el impacto de un misil. Ambas partes se acusan mutuamente de lo ocurrido. Los restos del proyectil que causó la tragedia no resultan suficientes para aclarar la autoría. Por primera vez desde el comienzo de la guerra han hablado por teléfono los responsables de Exteriores de Rusia y EE. UU. Lavrov ha dicho a Blinken que el suministro de armas occidentales a Ucrania solo prolonga el conflicto, mientras que Blinken le ha dicho que el mundo jamás reconocerá los territorios que se ha anexionado Rusia. Sobre el terreno los combates continúan siendo especialmente virulentos en el sur, en el entorno de Jersón. Los ucranianos tratan de recuperar esta ciudad controlada por Rusia.

Foto: Manifestación en Kiev contra el ataque ruso a la prisión de Olenivka, en Donetsk (REUTERS/Valentyn Ogirenko)

Primer día de funcionamiento del llamado "corredor del grano" en Ucrania. El cereal ucraniano estancado desde casi el inicio de la guerra podrá ser exportado después del acuerdo con Rusia. El propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha querido supervisar el proceso, y ha sido testigo de la carga de un buque de bandera turca Chornomork, en la región de Odesa. Le han acompañado los embajadores del G7. Hay otros quince barcos como este, preparados para exportar el cereal.

Ucrania se ha comprometido a desminar el puerto y Rusia a permitir el flujo de buques. Turquía los revisará para certificar que no trasportan armas. La ONU vela por todo el proceso. El pacto tiene una validez de 120 días.

Mientras, no hay tregua en el campo de batalla. En Elenovka, en el Donbás ya dominado por Rusia, el olor a carne quemada impregna el lugar donde hasta hace unas horas estaban encerrados prisioneros de guerra ucranianos. Obuses estadounidenses HIMARS han destruido la prisión, aseguran los militares rusos, que muestran restos del proyectil. Han muerto 40 prisioneros y otros 75 han resultado heridos, al igual que ocho guardias.

La fiscalía ucraniana ha abierto una investigación. Kiev acusa a Moscú de asesinar a sus presos, mientras Rusia culpa a Ucrania de enviar un mensaje a sus soldados de que no se rindan. Casi todos los muertos aquí se habían rendido en Azovstal.

Las posiciones en el frente apenas se han movido en las últimas horas. Los duelos de artillería se reproducen en Jersón (sur) y Járkov (noreste). Los soldados lo llaman "el ping pong a cañonazos".

Foto: EFE/EPA/Servicio de Prensa de la Presidencia de Ucrania
 

En Ucrania, más de cinco meses después de la invasión rusa, la guerra sigue concentrada en el frente oriental. Las tropas rusas avanzan más lentamente y las ucranianas intentan contraataques para recuperar terreno, pero el mapa de la guerra ha cambiado poco en las últimas semanas. En Bahmut, en la región del Donbás, luchan contra el reloj para sacar de los escombros a un superviviente del último bombardeo ruso. Las tropas de Moscú atacan con misiles y artillería en el frente del este, pero su avance se ha ralentizado, y Ucrania ha lanzado varios contraataques en la zona de Jarkov, cerca de Izum, y asegura que sus guerrilleros operan en el sur, tras las líneas rusas. En Jersón se espera una contraofensiva después de que el puente Antonivka haya sido alcanzado de nuevo.

FOTO: AP Photo/Efrem Lukatsky

Josep Borrell, Alto Representante de la UEpara Política Exterior, ha hablado en La Hora de La 1 sobre el recorte de suministro de gas ruso a Europa: "Como elemento de presión, no debe sorprendernos y hay que estar preparados para que lo haga aún más. Me parece necesario que desde ahora mismo todos nos pongamos a ahorrar para no tener que utilizar procedimientos coercitivos, no tener que racionar", ha declarado.

Borrell cree que si Moscú quisiera cortar totalmente el suministro de gas, como teme la UE, lo haría ahora, en verano, antes de que los países europeos rellenen sus reservas, sin esperar a otoño o invierno. "Hemos decidido que vamos a librarnos de la dependencia energética demasiado grande respecto a Rusia: primero del carbón, luego el petróleo, y gas con plazos más largos para adaptarnos. Lo vamos a hacer y Rusia lo sabe. Por tanto, no sería absurdo anticiparse y hacernos ahora el daño que nos puede hacer".

El Alto Representante ha llamado a seguir apoyando a Ucrania con armas y suministros en la "guerra de desgaste" contra Rusia. "Si queremos que resista, tenemos que seguir haciéndolo. Putin confía en que las sociedades occidentales se cansan, las opiniones públicas dicen 'ya vale, no queremos soportar una guerra que no es nuestra'. Pero también es la nuestra, y hay que seguir apoyando a Ucrania y al tiempo mantener abiertos los cauces diplomáticos para un alto el fuego y una negociación".

Foto:EFE/ Román G. Aguilera