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¿Cómo se deja la facultad de Bellas Artes para ser soldado? ¿Cómo están viviendo los adolescentes ucranianos esta guerra? Nos lo cuentan Antin Kolomiiets, arquitecto experto en el Barroco, estudiante de filosofía y ahora artillero, y su hija Marichka.

Yelisabetha dejó Kiev con su hijo cuando empezó la guerra. Su marido les llevó a la frontera poco antes de irse al frente. Desde entonces han pasado muchas cosas en su vida, todas ellas inesperadas.

La foto la hace nuestro enviado especial a Ucrania Fran Sevilla. Nos describe los colores amarillo del trigo, negro de la tierra y azul del cielo, atravesado por misiles.

Las mañanas de RNE conversa con Frederic Mertens, profesor y coordinador del grado en Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Valencia acerca de la suspensión del acuerdo de grano entre Rusia y Ucrania del que el país dirigido por Vladímir Putin se ha desmarcado: "Estamos en una situación de paroxismo por parte de los rusos", señala el profesor.

Para él, se trata de una "dinámica del chantaje con los cereales" y puntualiza: "esto es la señal de que Rusia está no utilizando sus últimos cartuchos, pero está en una situación en que casi todo vale para frenar la ofensiva ucraniana y frenar la vehemencia de la comunidad internacional que está apoyando a Ucrania".

Además, recoge los rumores de una intervención por parte de una coalición internacional fuera del marco de la OTAN con el fin de apoyar a Ucrania.

Rusia da finalmente por suspendido el acuerdo del grano alcanzado con Ucrania hace más de un año que permitía la exportación de trigo y cereal ucraniano a través del Mar Negro. El acuerdo finalizaba oficialmente a las 00:00 horas de este lunes y de su prórroga depende la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo, sobre todo las procedentes de países africanos.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, justifica la decisión por no haberse cumplido recíprocamente la parte del acuerdo que correspondía a las exportaciones rusas y exige la reconexión de su banco agrícola Rosseljozbank al sistema de pagos SWIFT.

El anuncio se produce horas después de que el puente de Kerch, que une la península de Crimea con Rusia, haya sufrido un nuevo ataque. Las autoridades rusas acusan a los servicios secretos ucranianos de perpetrar el bombardeo con drones marinos, que ha causado daños en una sección de una infraestructura crítica para las conexiones entre Rusia y Crimea. También han denunciado la muerte de dos personas, un hombre y una mujer, cuya hija menor de edad ha resultado herida. Moscú ha desligado por completo el ataque de la suspensión del acuerdo del grano.

Rusia acusa a Ucrania del ataque contra el puente de Kerch en Crimea y, según su servicio secreto, fue atacado por drones marinos. No es la primera vez que el puente se convierte en objetivo. En octubre, un camión con explosivos detonó en mitad de la vía dejando cinco muertos. El puente es un símbolo de la presencia rusa en Crimea. Fue construido después de su anexión en 2014. Es una vía clave de suministro para sus militares y fundamental para el sustento de las tropas rusas en el sur de Ucrania.

Justo después, el Kremlin ha anunciado la suspensión del acuerdo del grano, a pocas horas de que expire, porque dice que no se cumplen las condiciones. El pacto, firmado con la mediación de Turquía y la ONU, debía renovarse antes de este martes.

Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de cereales. Según la ONU, desde que se firmó el acuerdo, los precios mundiales de los alimentos han disminuido en un 20%. Su ruptura amenaza el suministro de alimentos a varios países de Oriente Medio y África.

FOTO: Crimea24TV / AFP)

Rusia suspende el acuerdo del grano pactado hace un año y por el que se han exportado casi 33 millones de toneladas de cereales ucranianos a todo el mundo. Los países en riesgo de hambruna que forman parte de los programas de envío de ayuda humanitaria de la ONU serán los grandes afectados por esta ruptura, aunque los países occidentales tampoco quedan exentos.

Nos lo cuenta el enviado especial Fran Sevilla.

El acuerdo entre Rusia y Ucrania para el transporte del grano en el Mar Negro caduca el próximo martes. Un acuerdo que, hasta la fecha, ha permitido exportar 32 millones de toneladas de cereales. Lo firmaron hace un año, con la mediación de Turquía y Naciones Unidas. Es el gran logro diplomático de esta guerra, que ha reforzado la imagen del presidente Erdogan, muy cercano a Putin.

Pero ahora el líder ruso no parece estar por la labor de renovar el acuerdo. Cree que hay partes que no se han cumplido, como la eliminación de los obstáculos para que Rusia también pueda exportar sus productos. Si no hay nueva prórroga, los más perjudicados serían países de destino como Afganistán, Somalia, Sudán o Yemen, donde millones de personas dependen del grano ucraniano para comer.

Foto: REUTERS/Mehmet Emin Caliskan

Rusia ha establecido férreas líneas defensivas en el frente de Bajmut, donde Ucrania podría utilizar las bombas de racimo. Putin ha amenazado con responder de manera recíproca si se usa este armamento, que considera un crimen. Aún así, no parece que esto vaya a influir en la determinación del mando ucraniano, ya que consideran las bombas de racimo como determinantes en su contraofensiva. Informa Fran Sevilla, enviado especial.

Las consecuencias tras más de 500 días de guerra dejan la región de Zaporiyia, dominada por el río Dniéper, con falta de agua. Desde la voladura de la presa de Kajovka, los embalses se han quedado vacíos.

En Balabyne, el lugar que suministraba parte del agua con la que refrigeran los reactores de la central nuclear de Zaporiya, solo quedan moluscos muertos y un fango sobre el que los blindados difícilmente podrían pisar sin hundirse. Muy cerca, en Nikopol, llevan un mes bebiendo y lavándose con agua embotellada. A veces tienen que buscarla entre cañonazos. "Al principio, sentíamos mucho pánico, pero ahora ya nos hemos acostumbrado. Ya sabemos cuándo se puede salir a la calle y cuándo no. Paso mucho miedo por los niños, por mis nietos", explica Marina, vecina de la localidad. El miedo en Nikopol también apunta a lo que tienen al otro lado del río: la mayor central nuclear de Europa, en manos de Rusia. Kiev y Moscú se han acusado mutuamente de querer sabotearla. El Organismo Internacional de la Energía Atómica no ha encontrado explosivos, pero todavía no ha podido acceder a la totalidad del recinto. La amenaza persiste.

El grupo de mercenarios Wagner ha comenzado a entrenar tropas del ejército de Bielorrusia, país aliado de Moscú. La capacitación del ejército bielorruso se realiza en un campamento situado a 230 kilómetros de la frontera ucraniana y a unos 90 km de Minsk. Se trata de un remodelado ejército pagado por Rusia, con fidelidad al Kremlin, y un nuevo líder a propuesta del propio Vladímir Putin: Andrei Troshev, que está considerado como director ejecutivo del Wagner y uno de sus fundadores. Sedoi, su nombre de guerra, luchó en Siria y tiene algunas de las más altas distinciones militares de Rusia. Como Putin y Prigozhin, nació en San Petersburgo, donde tenía la sede central el grupo paramilitar.

Ucrania continúa su contraofensiva en el sureste del país y en los alrededores de la ciudad de Bajmut, capturada en mayo. Pese a los avances del ejército ucraniano, el presidente Volodimir Zelenski ha advertido de que Rusia está haciendo todo lo posible para detener a sus soldados.

FOTO: Un soldado ucraniano mira por unos binoculares en la región de Donetsk. EFE/EPA/OLEG PETRASYUK