Los 115 cardenales electores no se han puesto de acuerdo aún para elegir al sucesor de Benedicto XVI, después de tres votaciones. La mañana de la segunda jornada del cónclave ha terminado de nuevo con fumata negra, tras dos votaciones, como ocurrió en la tarde del martes, cuando se produjo la primera.
Centenares de fieles que esperaban con expectación en la plaza de San Pedro han podido ver a las 11:40 el humo negro saliendo de la chimenea que conecta con la estufa de la Capilla Sixtina.
Los cardenales volverán a encerrarse a las cuatro de la tarde para elegir al 266º papa de la Iglesia Católica. Para que haya fumata blanca, lo que anunciará la elección del sumo pontífice, alguno de los purpurados debe obtener una mayoría de 77 votos.
Si ningún cardenal consigue los dos tercios en las votaciones durante tres días consecutivos, el proceso de elección se suspenderá por un día para realizar una pausa de oración y de libre coloquio entre los cardenales electores.