Después del runrún de los últimos días, la canciller alemana ha rechazado tajantemente esta mañana las especulaciones sobre la posibilidad de que Grecia se declare insolvente, insinuadas por algunos de sus socios de Gobierno. Merkel asegura que esa situación sería fatal para toda la zona euro y lamenta las declaraciones que añaden leña al fuego. El ministro de Finanzas alemán tampoco quiere pensar en ese escenario pero insinúa que su Gobierno tiene un plan B por si Grecia cae. Y Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea, acusa de irresponsables a los que hablan de una suspensión de pagos en Grecia. "Una quiebra de la zona euro por la separación de uno de sus miembros o un impago de uno de los países de la zona euro tendría consecuencias mucho mas graves de lo que algunos se imaginan", asegura el comisario español.
La Comisión Europea ha enviado hoy un grupo de expertos a Atenas, que darán ayuda técnica a Grecia para poner en marcha sus reformas e identificar los proyectos más interesantes para el desarrollo y el empleo antes de desbloquear los fondos estructurales europeos.
Si Grecia no pudiera hacer frente a los pagos, se maneja la posibilidad de que reestructure su deuda, lo que supondría o bien aumentar los plazos de devolución, bajar los tipos de interés o que los que compraron sus títulos les perdonen parte de esa deuda.
Donde las cosas parecen estar mas encarriladas es en Portugal. El Fondo Monetario Internacional ha aprobado el segundo tramo de la ayuda acordada en mayo. Son casi 4.000 millones de euros del total de 27.000 millones previstos en el plazo de tres años.