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La aprobación de un impuesto inmobiliario en Grecia ha provocado protestas callejeras, tras la visita de Papandreu a Alemania para conseguir el respaldo de Merkel a su programa de reformas. La secretaria de Estado Hillary Clinton ha recordado a la eurozona que "no hay atajos para salir de la criis", mientras que el presidente del Eurogrupo afirma que no acepta lecciones de nadie y que "los parados de Grecia e Irlanda no provocaron la caída de Lehman Brothers".

El primer ministro griego está hoy en Berlín para convencer a los alemanes de que su país está cumpliendo con sus compromisos. Papandreu ha dicho en un foro de empresarios que invertir en Grecia es invertir en el futuro y no en errores del pasado. Esta tarde se reunirá con Angela Merkel.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha señalado que "hay una crisis de deuda, no una crisis del euro" y ha reconocido los esfuerzos de Grecia para salir de la crisis. La líder germana ha defendido la ortodoxia fiscal y ha descartado planes de estímulo para impulsar el crecimiento que supongar un mayor endeudamiento del Estado. El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha pedido ayuda a la UE para que su país llegue a buen puerto como Ulises y no quede atrapado en un empeño inútil como Sisifo.

La crisis financiera internacional y sobre todo la crisis de deuda en varios países de la zona euro han marcado esta reunión.

El expresidente del Gobierno Felipe González ha reclamado este viernes a José Luis Rodríguez Zapatero que exija en el Consejo Europeo la emisión de eurobonos "ya" para reducir los intereses que han de pagar los Estados por su deuda, pues le legitima el compromiso de la estabilidad presupuestaria que promovió incluir en la Constitución.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) cifra en aproximadamente 200.000 millones de euros el impacto directo que han tenido en los bancos de la Unión Europea (UE) las tensiones en torno a los problemas de la deuda soberana en los países de la zona euro desde que esta crisis estallara a finales de 2009. Para resolver esta situación, el organismo ha pedido a la zona euro que use el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), acordado el pasado 21 de julio por el Eurogrupo. Además se deben tomar estas medidas ya porque "el tiempo se agota", ha asegurado José Viñals, director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI, a TVE. "Cuando los mercados están nerviosos, hay que avanzar lo más rápido posible", ha afirmado el que fue subgobernador del Banco de España, que ha considerado que ahora, en España y en otros países, hay que llevar a cabo "políticas de reducción de déficit público" para garantizar la sostenibilidad y la mejor salud de las cuentas públicas en el medio plazo. En la edición de septiembre de su Informe de Estabilidad Financiera Mundial (GFSR por sus siglas en inglés), el FMI aclara que esta estimación no tiene en cuenta las necesidades de capital de los bancos, para lo cual sería necesario llevar a cabo una evaluación completa de los balances y las posiciones de ingresos, sino que busca dar una idea del aumento del riesgo de crédito soberano experimentado por los bancos en los últimos dos años. De esos 200.000 millones de euros, 60.000 millones provienen de la exposición de la banca a la deuda griega; 20.000 millones a la deuda de Irlanda y Portugal; y 120.000 millones, a la de Bélgica, España e Italia.