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La crisis se traduce en que a los países del Euro les sale más caro financiarse. Se frena el crecimiento y aumenta el déficit. Pero también hay quien sale ganando. Es lo que hemos preguntado hoy a los expertos, quién se beneficia con todo esto.

El euro, la moneda única, se encuentra en mitad de una batalla invisible que libran inversores internacionales, especuladores y algunos países. La subida de los tipos de interés de la deuda soberana beneficia a unos y otros, pero pone en riesgo buena parte de las economías que utilizan la moneda única.

Angela Merkel ha insistido hoy en que la solución a la crisis del Euro es política, que no está en los Eurobonos ni en el Banco Central Europeo. Ninguna palabra para la crisis de la deuda, ni tampoco para las palabras del presidente del Eurogrupo Jean Claude Juncker que ha recordado que la deuda pública alemana es más alta que la española.

La economía española se acerca a la zona de peligro. La prima de riesgo ha rondado los 500 puntos y el Tesoro ha tenido que pagar hoy un interés superior al 7% en la subasta de obligaciones a diez años. A esta hora la prima se relaja y esta por debajo de los 480 puntos, y afloja también la presión sobre la deuda italiana. Su prima está ahora también por debajo de los 500 puntos.

El primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, considera "preocupante el elevado monto de la deuda alemana", en declaraciones que publica hoy el rotativo de Bonn General Anzeiger. "Alemania tiene deudas más elevadas que España. Pero aquí nadie quiere saberlo", comenta Juncker, quien se muestra comprensivo por los temores de Alemania ante la actual crisis financiera.

La prima de riesgo de buena parte de los países que usan la moneda única, se mantiene estable por la intervención del Banco Central Europeo, pero en niveles muy altos. Para el Ministerio de Economía no hay razones fundadas para estos incrementos. Tras la caída de Grecia y Portugal, los mercados ya no sólo marcan a Italia y España. Doce de los 17 del euro han entrado en el huracán de la crisis soberana y faltan dedos para señalar. El remedio sigue siendo el mismo para los expertos: políticas coordinadas y austeras. Las mismas que en exceso podrían frenar el crecimiento y bloquear la única salida a la crisis.

Cómo frenar la crisis de la deuda y cómo reforzar el gobierno económico de la eurozona, ese ha sido el debate, hoy, en el Parlamento Europeo. Bruselas insiste en el eurobono, se plantea intervenir directamente en los presupuestos nacionales de los países miembros y quitar el voto a los países que no cumplan los ajustes. Y la próxima semana habrá nuevas propuestas para aumentar la vigilancia sobre los países que ponen en peligro al resto.

La crisis de deuda que azota la zona euro ha llevado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a plantear sanciones como eliminar el derecho a voto o crear una autoridad central "para intervenir directamente" en los presupuestos nacionales en los casos extremos de los países que no cumplen con los criterios de estabilidad. En la misma línea, el presidente de la Comisión, Juan Manuel Durao Barroso, ha señalado que nos afecta "una auténtica crisis sistémica" y ha pedido "más compromiso por parte de todos". Mientras el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aboga por un mayor peso político de ese órgano de gestión.

Todos los países de la Zona Euro miran hoy con preocupación a los mercados de deuda. Italia y España ven subir nuevamente hasta niveles máximos sus primas de riesgo, es decir, la rentabilidad extra que se exige a nuestro bono a 10 años frente al alemán. Otros países como Francia, Bélgica o Austria siguen el mismo camino y ven cómo los tipos de interés que tienen que pagar se disparan haciendo más complicada su financiación.

Tanto Alemania como Francia han crecido más de lo esperado en el tercer trimestre, sin embargo esta buena noticia no ha tranquilizado a los inversores que siguen sin recuperar la confianza. Las Bolsas de Fráncfort y París caen, en línea con el resto de parqués europeos. La crisis de deuda soberana parece haberse convertido en un ataque al euro en toda regla. La prima de riesgo de España ha superado los 450 puntos y la de Italia los 500, marcando máximos desde la introducción de la moneda única. Los cambios de gobierno en Grecia e Italia no parecen ser suficiente motivo para que la calma vuelva a los mercados que solo confían en el bono alemán pese a que su rentabilidad, descontada la inflación, sea negativa.

Mario Monti se estrenará como primer ministro italiano con una misión clara pero complicada: conseguir reducir la enorme deuda del país que alcanza ya el 120% del PIB. Monti ha señalado que "el país tiene que vencer el reto del rescate, y tiene que volver a ser, y serlo aún más, elemento de fuerza y no de debilidad". Por su parte, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, afirma que es "una personalidad independiente, ajeno siempre a las riñas políticas y al mismo tiempo dotada de competencia y de experiencia que la convierten en una figura altamente conocida y respetada en Europa". Un prestigio que se ganó como Comisario de Mercado y de Competencia de la Unión Europea durante diez años al servicio de gobiernos tanto de izquierda como de derecha. Además, es un hombre respetado por los mercados. Su reto es conseguir que los inversores recuperen la confianza en Italia para colocar antes de abril casi 200mil millones de euros en bonos del tesoro, un primer paso para el saneamiento de la economía. En principio, todos los partidos han dicho que respaldarán a Monti menos la Liga Norte y el partido de Berlusconi que solo le apoyará en lo que tenga que ver con las reformas que pide la Unión Europea.