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Al menos 14 personas han muerto en las últimas horas en Turquía en protestas y enfrentamientos desencadenados por la ofensiva del Estado Islámico (EI) en la vecina Siria y la resistencia de la ciudad kurdo-siria de Kobani.

Los incidentes han tenido lugar en regiones del este y el sureste, donde la población kurda es mayoritaria, pero también en la capital, Ankara, y en Estambul.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes kurdos, se han enfrentado a la Policía para protestar por la inactividad de Turquía, que no ha prestado ayuda a Kobani. Interpretan esta pasividad como colaboración tácita con el EI para acabar con las Unidades de Autodefensa (YPG), milicias kurdas del norte de Siria, vinculadas al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Los manifestantes han lanzado piedras y han quemado neumáticos y coches. Los agentes han respondido lanzando gases lacrimógenos y usando cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

Las autoridades declararon el martes un toque de queda en seis provincias.

Los fuerzas kurdas resisten aún el avance del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Kobani, fronteriza entre Siria y Turquía, de la que han huido más de 2.000 personas en las últimas horas. La localidad podría caer en manos de los yihadistas en las próximas horas, según ha asegurado el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, después de que el lunes los combatientes del EI consiguieran romper el cerco e izar su bandera. Erdogan considera que solo una ofensiva terrestre puede frenar al grupo yihadista Estado Islámico.

Varios cientos de personas siguen concentradas en el centro de la ciudad para exigir a Pekín reformas democráticas, pero es un número inferior al de días anteriores. Todo esto después de los llamamientos de las autoridades hongkoneses y de los rectores de las universidades a que se recupere la normalidad.

La organización "Occupy Central", precursora de las movilizaciones de Hong Kong, ha anunciado que abandonará los asentamientos del barrio de Mong Kok y de los alrededores del edificio del jefe del Gobierno local, para concentrar sus esfuerzos en Admiralty, epicentro de las protestas.