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La Comunidad Internacional ha recibido con satisfacción el acuerdo entre Estados Unidos y Rusia para eliminar las armas químicas de Siria. Sólo la oposición, desde Turquía, ha mostrado su rechazo a un acuerdo -dicen- que no servirá para detener la guerra.

Es el acuerdo al que han llegado Estados Unidos y Rusia, tras tres días de negociaciones en Ginebra. Las dos potencias han acordado advertir a Siria que debe cooperar y que si no lo hace, se podría emplear la fuerza, conforme al artículo número 7 de la Carta de Naciones Unidas. Habrá inspectores de la ONU que verificarán sobre el terreno, como muy tarde en noviembre. El proceso deberá concluir a mediados del año próximo, y será paralelo a la preparación de otra conferencia, conocida como Ginebra 2.

La ONU ha recibido este jueves un documento de las autoridades sirias con el que inician los trámites legales para unirse a la Convención Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas, tal y como había anunciado horas antes el presidente sirio, Bachar Al Asad en una entrevista con la cadena rusa Russia TV. El líder sirio ha asegurado que pondrá bajo control internacional las armas químicas aunque ha exigido que EE.UU. cese en su amenaza de atacar al país.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha explicado este lunes en las entrevistas concedidas a varias cadenas de televisión estadounidenses que la propuesta rusa para que el arsenal de armas químicas de Siria quede bajo control internacional es un paso "positivo" que estudiará seriamente, pero ha advertido contra las tácticas dilatorias.

Según la cadena ABC, en la entrevista ofrecida este lunes, el presidente Obama habría asegurado que si el presidente sirio entrega las armas químicas, el ataque militar quedaría "absolutamente" en pausa.

"Es posible que logremos un avance, pero tendremos que darle seguimiento, y no queremos simplemente una demora o una táctica dilatoria para quitar la presión que tenemos sobre ellos", ha dicho Obama a la cadena CNN, en una de las entrevistas concedidas este lunes a los principales medios para defender su plan de un ataque militar contra Siria.

Pese a ello, el presidente de EE.UU. ha dicho en NBC que la entrega de armas por parte de Asad "no solucionaría el horrible conflicto que subyace en Siria". Así, Obama se ha mantenido escépctico y ha insistido en conseguir la autorización del Congreso para poder actuar sobre Siria.

El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, continúa su gira por Europa en busca de apoyos a una posible intervención militar en Siria. En París, ha asegurado que los vídeos del ataque con armas químicas difundidos por la Casa Blanca son auténticos.

Bachar al Asad advierte al mundo de que todo aquel que atente contra los intereses del pueblo sirio se convertirá en un enemigo de Damasco y deberá atenerse a las consecuencias. También Francia, el principal aliado de EE.UU. en la anunciada intervención militar. Así se ha manifestado el presidente sirio en una entrevista en exclusiva con el diario galo Le Figaro. Asad asegura que Oriente Medio es "un barril de pólvora" y que "el fuego se aproxima", por lo que alerta de la existencia de "un riesgo de guerra regional".

El Presidente Bashar Al Assad ha respondido a la declaración de Obama. Ha dicho que las amenazas estadounidenses no harán que Siria abandone su lucha contra el terrorismo. Mientras, la oposición insiste en pedir a la comunidad internacional una intervención militar en Siria.