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Desde hace años las ventas de coches eléctricos han ido aumentado y aunque todavía suponen un porcentaje muy pequeño, su cuota de mercado en España ya alcanza el 5% de las adquisiciones totales de vehículos

El uso del hidrógeno como combustible alternativo para vehículos y otros medios de transporte tiene tanto defensores, por su ventajas (la reducción de emisiones contaminantes), como detractores, por sus inconvenientes (una producción costosa y compleja). Rosa Basteiro analiza su futuro en este reportaje.

La industria de la aviación y las empresas energéticas buscan fórmulas para reducir las emisiones. España se ha convertido en un referente mundial en la producción de Biojet, un combustible clave para lograr el compromiso de 2050 de cero emisiones netas en la aviación, ya que actualmente no es posible volar con aviones eléctricos.

Se trata de un combustible sostenible para la aviación que, mezclado con el queroseno tradicional, consigue reducir la huella de carbono.

TVE ha visitado la refinería de Puertollano, pionera en España en producir combustible sostenible de aviación. A diferencia del queroseno tradicional, la forma en que se fabrica reduce un 60% las emisiones de CO2 en los vuelos porque se obtiene a partir de aceites vegetales sostenibles. Se trata de una mezcla con un porcentaje variable, hasta un 50%, que se realiza en unos catalizadores hasta obtener el producto. Iberia es pionera, mezclando biocombustibles procedentes de la camelina o de la caña de azúcar sostenible.

Pero aún no es competitivo, avisa la Asociación Internacional del Transporte Aéreo, que calcula que habría que llegar a una producción del 2% del consumo global. Por eso los aeropuertos españoles ya están incentivando su uso.

Foto: Un Airbus A-320 de la compañía Iberia. AFP.

Con la pandemia, la industria de la aviación y las empresas energéticas están redoblando esfuerzos para reducir las emisiones y España es referente mundial en la producción del llamado biojet, el combustible sostenible para aviación que, mezclado con el queroseno tradicional, consigue reducir la huella de carbono.

Jordi Solé, experto en cambio climático y transición energética, profesor de Física en la Universidad de Rovir y Virgili de Tarragona, ha indicado que el acuerdo alcanzado en Bruselas “parece un acuerdo en la línea que tendría que ir”, aunque se ha mostrado “cauto” porque ha explicado que se llaga “muy tarde”. “Los informes científicos dicen que las emisiones continúan creciendo”, ha sostenido en el informativo 24 horas de RNE.  Solé ha señalado la necesidad de tomar “medidas urgentes”,  como una “transformación radical del sistema de consumo de combustibles fósiles”, aunque ha reconocido que implicaría “cambios políticos profundos que no se asumen”. “El sistema socioeconómico se basa en el crecimiento indefinido, basado a su vez en el consumo de combustibles fósiles. La transformación es necesaria”, ha puntualizado.

El IPC cayó al 0,7% en abril, los combustibles siguieron cayendo asía como la luz, aunque algunos productos de la cesta de la compra subieron, especialmente los productos frescos, un 7% más caros que hace un año.

El coste de los carburantes continúa su suave cuesta abajo impulsada por un petróleo barato. Desde que comenzó el año, la gasolina y el gasóleo se han abaratado entre un 15% y un 20% mientras que el crudo ha perdido dos tercios de su valor. De hecho, el barril de crudo WTI (Texas) ha llegado a cotizar en negativo. ¿Por qué esta diferencia? La mayoría de lo que pagamos al repostar son impuestos. Hacemos un prueba. ¿Cuánto nos costaría llenar el depósito si el crudo costara cero? Hacemos los cálculos con la ayuda de Inés Cardenál, portavoz de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). La respuesta es que la gasolina valdría algo más de 80 céntimos el litro y el diésel, poco más de 70.

La secretaria general de Transportes, María José Rallo del Olmo, ha señalado que se han establecido tres categorías: Una primera es la de aquellas estaciones de servicio que deben seguir funcionando con normalidad, un segundo grupo que podrán flexibilizar sus horarios de acuerdo con la demanda pero con un mínimo de 30 horas semanales de apertura y cinco hora al día, mientras que el resto de estaciones de servicio tendrán libertad para decidir si abren o no.