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Lo ha dicho en Bruselas el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, que ha interrumpido sus vacaciones. Rehn no ha hablado de nuevas medidas; solo de la urgencia de que España e Italia ejecuten con contundencia las reformas y de que se pongan en marcha en septiembre las medidas acordadas en la última de reunión del eurogrupo.

La Unión Europea y Marruecos han prorrogado un año más el acuerdo que permite a 119 barcos, la mayoría con base en Andalucía y Canarias, seguir faenando en aguas marroquíes. Lo han hecho el mismo día que la comisaria de Pesca ha presentado al reforma de la Política Pesquera Común (PPC) con la que se quiere impulsar la pesca sostenible para proteger los caladeros porque el 75% de las poblaciones de peces están sobrexplotadas en Europa, porcentaje que se eleva hasta el 82% en el Mediterráneo.

Con datos como estos, la comisaria de Pesca ha defendido una reforma que tiene como gran objetivo la recuperación de los caladeros. María Damanaki ha dicho que es el momento de actuar. "Si no lo hacemos nuestros hijos sólo verán los peces en fotos, pero no en el plato", ha dicho. Bruselas propone un mercado de cuotas pesqueras para barcos de más de 12 metros de eslora y acabar con los descartes, es decir, las capturas de especies no deseadas que ahora se arrojan al mar.

El Gobierno y las comunidades autónomas han recibido "con preocupación" la propuesta inicial, según ha afirmado la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, que ha defendido la necesidad de una mayor definición de las líneas generales de la propuesta.

Irlanda es ya el tercer país de la eurozona con su deuda a nivel de bono basura. O lo que es lo mismo, con la advertencia a quien la compre de que puede que no cobre. Como ya pasó con Portugal, la Unión Europea no ha reaccionado bien y ha tildado el anuncio de "incomprensible".

El jueves se conocerán las notas del examen semestral de los técnicos europeos y del FMI. El Gobierno irlandés destaca los esfuerzos que está haciendo para cumplir los compromisos del rescate y subraya que la rebaja "no refleja de ninguna manera un fracaso de la política del gobierno o una debilidad de la economía irlandesa".

Los bancos del país se están recapitalizando, las exportaciones crecen, el déficit baja y el crecimiento previsto reducirá el desempleo. Pero Moody's insiste en que Irlanda podría necesitar un segundo rescate.

La agencia Moody's rebajó este martes a nivel de bono basura la nota de la deuda irlandesa, días después de hacer lo mismo con la de Portugal. Para Irlanda la decisión ha sido decepcionante y la Comisión Europea la califica de incomprensible porque Dublín ha reducido su déficit de enero a junio más de lo que acordó y este mes acabará su restructuración financiera. En su Parlamento, además, se negocia subir la edad de jubilación. La Comisión Europea cree que el Gobierno irlandés va por buen camino. El Eurogrupo ha propuesto que las agencias de calificación no puedan hacer valoraciones sobre la deuda de países rescatados. Estos días, representantes del FMI y de la UE estan en Dublín revisando las cuentas irlandesas. Este jueves darán a conocer su informe.

Antes de comenzar la reunión del Eurogrupo, en la que se estudia el segundo rescate a Grecia, la vicepresidenta Salgado ha echado mano del refranero español para explicar la situación que han vivido este lunes las deudas soberanas de España e Italia. "Sí, sí, decimos eso: Mal de muchos, consuelo de tontos...", le decía en castellano la ministra de Economía al comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ante la atenta mirada del responsable del FMI, John Lipsky.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona han comenzado la reunión prevista para este lunes en la que se firmará el tratado que crea el nuevo fondo de rescate, oficialmente denominado Mecanismo de Estabilidad Europeo, que sustituirá a partir de 2013 al provisional aprobado durante la crisis de la deuda. Pero, sobre todo, el Eurogrupo tiene sobre la mesa el segundo rescate financiero a Grecia. Los ministros deben avanzar en un plan que se encuentra encallado y prácticamente en el punto de partida ante la falta de avances, consenso y claridad sobre la participación del sector privado. Además, se analizará la situación de Italia, muy presionada en los últimos días por los mercados, cuya prima de riesgo alcanza máximos. La vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, ha llamado a la calma. "Italia puede salir de esta situación por sí sola con la ayuda de todos", ha afirmado la ministra de Economía, para quien también es "necesaria" la ayuda del resto de países, una ayuda que "no es financiera". Además, ha reclamado del Eurogrupo un mensaje de unidad y firmeza para tranquilizar a los mercados.

En Bruselas siguen con la mirada puesta en las agencias de calificación. Después de las criticas que el miércoles pasado hizo Durao Barroso a la decisión de Moody's sobre Portugal, este jueves varios eurodiputados han reclamado al gobierno comunitario que tome la iniciativa y que cree una agencia de calificación europea.

En Europa ya nadie defiende a las tres grandes agencias de 'rating' -Moody's, Fitch y S&P-. Pero la gran contradicción es que las mismas instituciones que las critican, como la Unión Europea o el Banco Central Europeo, exigen sus calificaciones a la hora de toma determinadas decisiones.

La Unión Europea se encuentra en una encrucijada: regular definitivamente las agencias de calificación o seguir como hasta ahora, amagando pero negociando a hurtadillas con ellas para obtener un juicio menos severo en situaciones como la participación de los acreedores privados en el segundo rescate a Grecia.

El nuevo gobierno de Portugal ha encajado mal la rebaja de la nota de Moody's. "Es como un puñetazo en el estómago", ha dicho el primer ministro Passos Coelho. La Comisión Europea dice que es una decisión desafortunada que vuelve a cuestionar el comportamiento de las agencias de calificación. Su presidente, Durao Barroso, ve intereses especulativos y el Ministro de Finanzas alemán asegura que las agencias no están libres de conflictos de intereses y que es necesario limitar su poder. Se suma a las críticas el Parlamento de Estrasburgo, que ha reclamado una agencia europea de calificación.