Najibullah era profesor de español en la universidad de Kabul y colaborador habitual con la embajada de España. Él no pudo ser evacuado antes del 31 de agosto. Aunque envió todos sus datos, nunca recibió una llamada niun salvoconducto. Ahora espera otra oportunidad. Asegura no sentirse seguro con los talibales en el poder.
En un parque de Kabul, la preocupación es sobrevivir. Más de 200 familias viven con lo puesto, huyeron cuando avanzaba la ofensiva de los talibanes que finalmente les llevó a tomar Kabul. Hoy están sin futuro, sin ayuda y con quienes les amenazaban, en el poder.
Islamudin, de 42 años trabajaba de policía para el anterior gobierno y resultó herido en Humruz. "No tenemos agua ni techo, nadie nos presta ayuda", se lamenta.
Expolicías, exmilitares, civiles que huían de los combates: el parque es un cajón de sastre.
Bibigol vino de la provincia de Tajar. Usaba burka antes de la llegada de los talibanes, pero el nuevo régimen le da pavor. "Los niños enferman, no tenemos medicamentos", se queja esta madre de cinco hijos.
Poco después de la entrevista una patrulla de talibanes irrumpe en el parque. Piden nuestros permisos, se los mostramos, pero aun así nos echan. Y nos advierten: que sea la última vez que firmamos a las mujeres.
Semanas después de que la crisis de Afganistán estallara y los talibanes tomaran el poder, en Por tres razones, nos preguntamos qué va a pasar con los que se han quedado allí y también con los que acaban de llegar evacuados por España. Hablamos sobre todo ello con Jesús Perea, secretario de Estado de Migraciones. Además, las compañeras Celia Vidal y Laura Odene, visitan el Centro de Acogida de Refugiados de Alcobendas (Madrid).
Roger Pardo, subsecretario adjunto de Defensa cuando se produjeron los ataques del 11-S tenía su despacho en la zona donde se estrelló el avión del Pentágono. “La nariz del avión quedó en lo que era mi despacho”. Nos ha contado cómo pasó todo, qué sintió en aquellos primeros momentos y cómo se gestionó la tragedia desde la Administración Bush. Desde el primer momento, asegura, tuvieron claro que el autor de los ataques era Al Qaeda. Pardo mira ahora con tristeza el papel que está jugando su país desde la retirada de las tropas de Afganistán y la llegada de los talibanes: “Estados Unidos ha perdido su credibilidad en el mundo (…) Los talibanes saben que nos tienen arrinconados psicológicamente”.
Un equipo de TVE, con el enviado especial Luis Pérez, se encuentra ya en Kabul, capital de Afganistán. Han llegado desde Jalalabad, donde el caos típico del centro de la ciudada daba un aire de normalidad.
Sin embargo, en el principal núcleo urbano del este de Afganistán, los detalles cuentan. Hay poquísimas mujeres en la calle y todas con burqa. Los niños intentan ganarse la vida vendiendo banderas del Emirato, pero ni siquiera los milicanos las compran. Los talibanes se pasean con vehículos arrebatadasos a la policía, el Ejército afgano e incluso del estadounidense.
La ruta de Jalalabad a Kabul está plagada de controles militares. Los talibanes revisan sin mucho orden ni entusiasmo los coches, no hay interrogatorios profundos. La presencia de talibanes armados aumenta según se avanza hacia Kabul. 180 km y 5 horas después, otro control da la bienvenida a quienes cruzan las puertas de la capital de lo que hoy es el Emirato Islámico de Afganistán.
Los talibanes insisten en que el país va a ofrecer seguridad, orden y estabilidad, y que no van a alojar a terroristas. Buscan el reconocimiento internacional para recibir la ayuda humanitaria que recibía el anterior gobierno, y que ahora está paralizada. La ONU advierte que el 97% de la población se expone a la pobreza a mediados de 2022 si la actual crisis no se supera.
Foto: Controles de los talibanes en Kabul. EFE/EPA/Colaborador
Un equipo de TVE, con el enviado especial Luis Pérez, ha entrado en al Afganistán de los talibanes tras un largo viaje desde Pakistán.
Las guardia talibán y paquistaní están separadas apenas cuatro metros en el paso fronterizo de Torkham, donde la bandera del Emirato ondea desde hace tres semanas. Es el final del territorio Pakistan e inicio del Emirato Islámico de Afganistán. El movimiento de camiones de mercancías contrasta con las familias afganas que quieren huir y que llevan días chocando con la negativa de Pakistán. Islamabad no quiere un refugiado afgano más al otro lado de la frontera.
Para llegar al Emirato hace falta un salvoconducto de los talibanes. Para que el equipo de TVE pudiera rodar, hizo falta una larga conversación a media tarde con los mandos de la zona. "El pueblo de Afganistán y la comunidad internacional pueden esperar seguridad y orden del nuevo gobierno", afirma tajante el jefe de las tropas de frontera. 20 años después de ser desalojados del poder por la invasión de Estados Unidos, no quieren cometer los mismos errores. Asegura que Afganistán no será otra vez refugio de grupos terroristas.
Sobre la situación de la mujer, se remite a la sharia, la ley islámica. "Sus derechos están protegidos", asegura, así que todo depende, para variar, de la interpretación que hagan los talibanes.
Foto: Paso fronterizo de Torkham. REUTERS/Gibran Peshimam
Muchos de los miembros del gobierno anunciado por los talibanes en Afganistán, así como el propio fundador de los talibanes, el Mulá Omar, se formaron en la escuela coránica de Haqqaniya, en Pakistán, en la que ha entrado un equipo de televisión española y el enviado especial Óscar Mijallo.
Hamid ul Haqqani es el rector de esta madrasa, situada a 50 km de Peshawar, y considerada el centro de formación religioso más importante de Pakistán y de buena parte de Asia. "El Islam no es terrorismo", asegura Ul Haqqani.
Unos 2.000 alumnos estudian el Corán, la jurisprudencia islámica y el hadith, las conversaciones de Mahoma, para obtener un titular superior equivalente a un máster académico.
Antes de caer, el depuesto gobierno afgano había pedido su cierre y la calificó como "la universidad de la yihad", por formar talibanes para luchar en Afganistán.
Los talibanes, que controlan Afganistán, han dado este martes su primer paso efectivo para gestionar el país con el nombramiento de los primeros miembros de un gabinete "temporal" encabezado por sus principales líderes.
Mohammad HasanAkhund, que trabajó con el fundador, el Mulá Omar, y fue ministro de Exteriores en el anterior periodo de los talibanes en el poder, será primer ministro. Abdul Ghani Baradar, otro de los fundadores y responsable de la oficina política, será el número dos como vice primer ministro.
Otro dirigente talibán, Sarajuddin Haqqani, líder de una de los grupos más sangrientos y considerado terrorista por EE.UU., la red Haqqani, será Ministro de Interior. Haqqani está en busca y captura por el FBI estadounidense.
El Mulá Mohammad Yaqub, hijo del Mulá Omar, será ministro de Defensa.
Todos los miembros nombrados hasta el momento pertenecen a los talibanes y no hay ninguna mujer.
Ciudadanos afganos que se encuentran refugiados en la ciudad de Peshawar, capital de la región pakistaní que acoge al 58% de las personas procedentes del país fronterizo -Jaiber Pastunjuá- ven con relativa esperanza la llegada de los talibanes al poder tras veinte años de conflicto armado. Piden la colaboración internacional para que los hasta ahora insurgentes sean capaces de pacificar el país.
Tres semanas después de hacerse con el control de Kabul, los talibanes han comenzado a definir su nuevo Gobierno. El dirigente talibán Hassan Akhund encabeza el ejecutivo interino, mientras que al frente del ministerio del Interior estará el hijo del fundador de la red Haqqani, un grupo considerado organización terrorista por EEUU.