Rusia ha recrudecido su ofensiva en el este de Ucrania tras 55 días de guerra. Las tropas rusas continúan el bombardeo de las regiones del Donbás. El ministro de exteriores ruso, Sergéi Lavrov, ha dicho que "la operación especial continúa".
En Donetsk, el hospicio de Chasiv Yar ha sido evacuado por temor a nuevos ataques y Mariúpol se mantiene como objetivo clave para la ofensiva liderada por Vladímir Putin. Las milicias prorrusas han anunciado un asalto final al complejo industrial de Azovstal, situada en la ciudad portuaria, donde se han hecho fuertes los defensores ucranianos que quedan en la ciudad, entre ellos infantes de marina, brigadas y el Regimiento Azov. Las autoridades locales aseguran que en la acería hay también un millar de civiles, familiares de los soldados.
Entretanto, la ONU ha reconocido que lograr un alto el fuego aún "no está en el horizonte" en Ucrania, aunque sigue sin rendirse y ya ha acelerado los trámites para entregar el formulario de solicitud a la Unión Europea