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Ninguna palabra de despedida y ningún gesto de emotividad en el último cara a cara de la legislatura entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, que no han rebajado la tensión con acusaciones cruzadas en el Congreso de los Diputados.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el del Congreso, José Bono, han rendido hoy homenaje al último presidente de la II República, Manuel Azaña, y al primer presidente del Gobierno tras la dictadura, Adolfo Suárez, por haber forjado las bases de la historia democrática española.

Zapatero y Bono han presidido el acto institucional organizado por la Cámara Baja para colgar los retratos de Azaña y Suárez, dos cuadros ovalados que se sumarán a la galería de eminentes personajes políticos que se exhibe en el vestíbulo de Isabel II.

No han asistido a la ceremonia familiares de Suárez, a pesar de estar invitados, pero sí varios amigos y miembros de su gabinete, además de la sobrina nieta de Azaña con su hijo, todos los portavoces parlamentarios y varios ministros

Zapatero, que ha tenido ocasión de saludar al líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha reivindicado en su discurso la capacidad de los españoles de ser "los únicos dueños" de su destinos y ha rememorado la confianza de los dos presidentes en el destino colectivo de España.

En la última semana de plenos de esta legislatura, se colgarán dos retratos a partir de ahora. Son los del presidente de la II República, Manuel Azáña y el expresidente Adolfo Suárez. El acto ha servido para reunir en torno a su figura a políticos de todos los partidos.

Debate en el Congreso de los Diputados, pero no en el hemiciclo, podemos calificarlo de artístico. Todos los ex presidentes de la cámara baja tienen su retrato. Pues resulta que el expresidente Manuel Marín ha pedido que el suyo sea una fotografía y no una pintura. Y parece que la iniciativa, pionera, no ha sido muy bien recibida.

El Congreso ha convalido el último decreto de medidas urgentes de empleo que incluyen un nuevo contrato de formación y permiten encadenar contratos temporales. El Gobierno lo ha sacado adelante con la abstención del Partido Popular que han decidido facilitar al Ejecutivo su aprobación para evitar concesiones a los nacionalistas.

El patrimonio de los diputados y senadores, entre ellos el de los aspirantes a ser el próximo presidente del Gobierno de España tras las elecciones del 20 de noviembre, son públicos desde este jueves. Esta información la ha publicado el Congreso y el Senado en sus web. El candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuenta con 984.283,82 euros, más de la mitad proveniente del pago aplazado de la herencia de sus padres, y un piso; mientras que el líder del PP, Mariano Rajoy, ha declarado 597.444,43 euros entre cuentas corrientes, fondos de inversión, acciones en bolsa y seguros de ahorro, además de cuatro viviendas. Cuanta también con un patrimonio millonario, el presidente del Congreso, José Bono, que declara cerca de 1,8 millones de euros. Por su parte, el actual presidente del Gobierno, José Rodríguez Zapatero, por su parte, cuenta con 158.389,15 euros entre cuentas bancarias, el pago aplazado de una vivienda y planes de pensiones.

Más allá de la curiosidad que ha despertado la publicación de estos datos, los políticos quitan importancia al asunto y dicen que es un síntoma de calidad democrática.

El dirigente del PSOE José Bono ha dicho que su intención es seguir en el mundo de la política "mientras viva", aunque pretende abandonar "pronto" la "primera línea". "Tengo el testigo (listo) para entregarlo", ha añadido en Radio Nacional en unas declaraciones similares a las que hizo el pasado agosto, cuando mostró su preferencia por no concurrir a las próximas elecciones. El también presidente del Congreso ha repasado en una entrevista en el informativo 24 Horas la sesión parlamentaria de este viernes en la que se ha aprobado la reforma de la Constitución.