Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Juan Dual es corredor e influencer y en cuanto se enteró de lo que estaba ocurriendo, decidió llenarse la mochila de bocadillos, coger su bicicleta y llevar ayuda a los afectados por la DANA. Una iniciativa a la que se le han unido ya hasta 100 voluntarios. "Seguiremos ayudando hasta que sea necesario, pero también hay que entender que las autoridades deben empezar a tomar cierto control ya", cuenta Dual a TVE.

En el año 2018, Sara Alonso, periodista de RNE, entrevistaba a un joven que venía de Libia a bordo del Aquarius, Kunle. Ahora lo vuelve a entrevistar, en otra situación límite, como uno de los afectados por el paso de la DANA en Catarroja, donde reside. Cuenta en Las Mañanas de RNE que la tromba de agua le pilló en su casa, salió a por su coche, pero se dio cuenta de que "era lo de menos", así que empezó a ayudar sacando a vecinos mayores que vivían en bajos de sus casas.

"Cuando tenía que volver a casa, llegando a mi calle el agua me cubría hasta la cintura", relata Kunle, que añade que unas personas desconocidas le "salvaron" en su casa hasta el día siguiente.

El Gobierno de Aragón ha presentado la plataforma "Solidario", junto a entidades sociales, para ayudar a Valencia tras el paso de la DANA. Ya se han recaudado casi dos millones de euros. Un pacto solidario para centralizar el apoyo de la Comunidad a Valencia, que han ratificado los agentes sociales, para reactivar la economía.

"Esto es como un hotel, cuando llegamos estaba todo preparado, la gente estaba esperándonos. Nunca nos han recibido así". Así se expresa Silvina Villalba, una de las muchas vecinas de Paiporta que, tras la DANA que ha asolado la Comunitat Valenciana, se ha quedado sin nada. Una semana después de la tragedia se ha instalado junto a sus hijos en Yátova, un municipio ubicado a 41 km por carretera de su casa.

Silvina es la madre de una familia monoparental y vivía en la considerada como zona cero de la tragedia. La tarde del 29 de octubre, al igual que le ocurrió a cerca de 850.000 personas de la provincia de Valencia, vio cómo su localidad quedaba inundada de agua y cubierta de barro.

José González, superviviente de la DANA, estuvo seis horas agarrado a un semáforo en Alfafar (Valencia) hasta que pudieron rescatarlo. También vio cómo a su hija se la llevaba la riada. A la hija de José tuvieron que rescatarla con una cuerda tras haber desaparecido en la inundación. "Conseguí sobrevivir cuando vi que habían salvado a mi hija, porque estuve a punto de dejarme caer”, asegura el vecino de Alfafar. "Gracias a los vecinos que ayudaron a mi niña. Les estoy muy agradecido", dice José González en La Hora de la 1 de RTVE.

Las oficinas ante mortem habilitadas en distintos puntos de Valencia por la Policía Nacional y la Guardia Civil contabilizan a día de hoy 93 casos activos de desaparecidos como consecuencia de la DANA. Del trabajo en estas oficinas hablamos con la inspectora Cristina Pie, especialista de la unidad central de análisis científico de la Comisaría General de la Policía Científica. En las oficinas se recibe toda la información que los familiares y allegados de desaparecidos puedan aportar, incluidas muestras biológicas para, en caso de que sea necesario, poder establecer comparaciones. Cuentan con un equipo de médicos forenses y también con psicólogos que atienden a los familiares en un momento muy difícil: "Intentamos dar una atención integral para hacer que este trance necesario sea lo más llevadero para los familiares", nos dice.

La catástrofe provocada por la DANA en Valencia requiere respuestas arquitectónicas urgentes, pero también replantear la planificación urbanística para prevenir futuros desastres. Hablamos con dos arquitectas expertas en la materia: Carmen Mendoza, directora del Máster de Cooperación Internacional en Arquitectura Sostenible de Emergencias, impartido por la Universitat Internacional de Catalunya, y Valentina Maini, profesora del Curso de Arquitectura Humanitaria del Instituto de Arquitectura e Ingeniería Econova.

Informa Íñigo Picabea

Unos 350.000 asalariados que trabajan en los municipios afectados por la DANA podrían verse protegidos por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor, ha informado el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, en una entrevista en La Hora de la 1 de TVE. Junto a estos asalariados que prestan servicios en algunos de los municipios afectados hay casi 70.000 autónomos en la zona que podrán pedir el cese extraordinario habilitado. Foto: EFE/Daniel González

Mónica García, ministra de Sanidad, ha estado vía telefónica en Las Mañanas de RNE con Lara Hermoso en el marco de las inundaciones que se han sufrido en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía por la DANA. García admite que "la evidencia científica nos dice que hay riesgo de patógenos, sobre todo en aguas estancadas, que pueden desencadenar trastornos gastrointestinales o neumonías", pero tranquiliza diciendo que "ahora mismo no hay signos de brotes".

La ministra asegura que, de la mano de la Consellería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, han puesto en marcha "un protocolo de detección precoz y de tratamiento de efectivo para poder llegar a tiempo y poder detectar cualquier tipo de infección". Sobre la atención sanitaria en esta situación, García aclara que "hay daños severos en algunas infraestructuras de algunos centros de salud" pero que la población está siendo asistida gracias a "puntos de emergencia que son alternativos".

Nueve días después, se sigue analizando qué pudo fallar en la gestión de la DANA, y cómo pudo planificarse. El calentamiento global ha sido determinante en este fenómeno natural. Es lo que nos cuenta en Las Mañanas de RNE Sergio Vicente-Serrano, profesor de investigación del CSIC experto en Climatología. Sostiene que el sistema de alertas funcionó ya que, 4 días antes de que ocurriera, desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) informaron de que se trataría de un episodio especialmente intenso. Sostiene que "esto es un claro ejemplo de una buena predicción y una mala actuación". No es raro que cada 30 o 40 años se produzcan fenómenos de este tipo en la región de Valencia y es probable que se multipliquen en el futuro, debido al cambio climático.