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Precisamente para atender a los afectados de la DANA está abierto el plazo para solicitar las ayudas directas del Gobierno. En caso de fallecimiento, o incapacidad, se indemnizará a las personas afectadas y sus familias con 72.000 euros, que podrán solicitar cónyuges, hijos o padres. Las viviendas habituales también tienen derecho a ayudas. hasta 60.000 euros si la casa ha quedado destruida; si tiene daños estructurales , 41.000 euros; o la mitad, si los daños no afectan a la estructura. Para enseres como electrodomésticos o muebles la ayuda es de 10.000 euros y para comunidades de propietarios, 37.000 euros.

La búsqueda de desaparecidos continúa en el barranco de Pelos, cerca del municipio de Chiva (Valencia). Las autoridades han encontrado este jueves el cuerpo de una de las mujeres desaparecidas. Aunque sea difícil moverse, las autoridades destacan que hay que darse prisa. Cuando el fango se endurezca, será más complicado encontrar posibles víctimas.

Son varias las búsquedas que se están haciendo en diferentes puntos de la provincia de Valencia. En la rambla del Poyo, a su paso por una de las pedanías de Torrent, más de 50 militares de la Unidad de Militar de Emergencias (UME), con la ayuda de perros adiestrados, están volcados en las labores. Varios voluntarios y vecinos también ayudan hasta que cae la noche, cuando las labores se interrumpen hasta la mañana siguiente.

A las 20 horas del día de la DANA es cuando la consejera valenciana responsable de las emergencias, Salomé Pradas, asegura que conoció la existencia de un sistema de alertas por SMS, a pesar de que ya estaba operativo en la comunidad. Admite que fue el secretario de Estado de Transición Ecológica, desde Colombia, quien le advirtió de la gravedad de la situación. La cronología de la jornada refleja discrepancias entre las versiones del Gobierno central y el autonómico, que se señalan mutuamente por los fallos en la gestión.

FOTO: la consellera de Justicia e Interior de la Generalitat valenciana, Salomé Pradas (i), llega a la reunión del CECOPI Carlos Luján / Europa Press.

Una catástrofe que ha supuesto la aniquilación total de miles de hectáreas de campos de cultivo. Hemos podido acercarnos a la Ribera del Xúquer y comprobar que, a pesar de que alrededor de un 70% de la producción de caqui y un elevadísimo porcentaje de la producción de cítricos ha quedado arrasada, los agricultores valencianos no se rinden.

Continua la ayuda de aragoneses en Valencia. Tras el paso de la DANA, camioneros, bomberos, médicos y voluntarios varios no han dudado en desplazarse como gesto de humanidad. Villafranca de Ebro es uno de los municipios de Zaragoza que ha llevado sus maquinarias para despejar las calles afectadas de coches averiados tras las inundaciones. Más de una semana después, los daños siguen provocando inestabilidad en la zona. Ahora, el foco está en la proliferación de enfermedades y en la infección de heridas por el trabajo de limpieza.

Continúa la búsqueda de desaparecidos tras la DANA. Según las cifras del Centro de Integración de Datos (CID), hay 93 personas desaparecidas, y 54 cadáveres sin identificar. Cada mañana, varios voluntarios en Torrent se organizan para coordinar la búsqueda. Su empeño no cesa y muchos llevan su propio material.

Nueve días después de la riada siguen apareciendo en Valencia animales perdidos. La fuerza del agua también se los llevó a ellos por delante. Algunos de sus dueños han desaparecido y, otros, no saben si su mascota ha sobrevivido. A este campo de fútbol llegan los animales que rescatan los voluntarios en la zona cero. Y ya han conseguido hogar para 400 animales, 300 de ellos perros.

La mayoría de los comercios están arrasados tras la riada. En algunos de ellos no ha quedado ni un tabique y recuperar la normalidad sigue siendo una utopía. Pero hay quien se empeña en afrontar la catástrofe volviendo a la normalidad.

Bernabé lleva quitando trastos y barro de su gasolinera a la entrada de Catarroja desde el primer día. Este jueves ha querido abrir, aunque resulta chocante porque en el pueblo, mires donde mires, no hay ni un coche circulando. Es algo simbólico porque ayuda a sentir que todo podrá volver a ser normal.

Amalia ha llorado al ver que la óptica estaba abierta. Había perdido sus gafas en la riada y como en este comercio el agua no llegó a los productos, ha abierto sus puertas. "La vida sigue -dice Amalia- pero tardará mucho en recuperarse".

Alberto muestra a las cámaras de TVE el sarpullido que le ha salido y las heridas que tiene por limpiar, pero ya tiene lista la lavandería y, en cuanto pueda, la abre.

Más de dos metros de escombros tiene aún María Teresa en la puerta de su cafetería. Necesita arreglar el cuadro eléctrico y reabrir ya "por salud mental y por el futuro, que tengo cinco hijos a mis espaldas", explica.

Una de las polémicas de la DANA ha sido el funcionamiento de los sistemas de alerta temprana en España. Los avisos meteorológicos funcionan como en el resto de Europa. Es decir, por medio de un aviso rojo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que llega automáticamente a los servicios de emergencias. Sin embargo, la alerta a la población es competencia de las comunidades autonómicas, siendo un sistema complejo con muchos actores. Los expertos creen que quizá hay que plantearse si esos protocolos son lo suficientemente ágiles y el Gobierno de España reconoce que habrá que revisarlos.

La DANA ha dejado, hasta el momento, 219 fallecidos, pero también otras víctimas: sus familiares. Estos han perdido todo, mientras llevan días conviviendo con la tragedia. Muchos van a necesitar apoyo psicológico y en la iglesia de la pedanía de La Torre la ofrecen. Los expertos recuerdan que también es clave la reconstrucción, la salud mental, por lo que no solo están en puntos de atención, también atienden en la calle.

Esta época del año es crucial en la campaña de recogida de naranjas y otros cítricos, y València es, sin duda, el epicentro de esta industria en todo el país. Sin embargo, se prevé que sacar la fruta de algunos terrenos que se han salvado sea complicado a causa de la destrucción de infraestructuras importantes tras el paso de la DANA. Uno de los ejemplos es el pueblo de Bugarra, donde se encuentra Isabel Jiménez. Allí comenzó la riada y ésta se llevó un puente y dejó inutilizado otro. Estas pasarelas son algo vital para los agricultores de la zona ya que han de cruzarlos para poder recoger naranjas, sobre todo estos días de sol, en los que temen por sus cosechas.